El menú ideal en el comedor escolar

El menú ideal en el comedor escolar
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En ocasiones no es sencillo saber lo que comen nuestros hijos en el comedor, una hoja informativa puede distar mucho de lo que en realidad llega a los platos de los niños en el colegio. Además, hay estudios que hacen hincapié en la calidad insuficiente de los menús en la escuela: falta de pescado, de fruta y verdura, exceso de grasas…

Estos hechos, junto al elevado precio del servicio de comedor escolar, hace que muchos padres (y centros educativos) defiendan que los niños lleven la comida de casa al comedor escolar. Les ofrece más confianza, conocen lo que comen sus hijos y es más económico.

Si los menús escolares se sujetaran a una normativa estricta y común, y a un control que garantizara su cumplimiento, podríamos evitar la desconfianza en la calidad de lo que comen los niños en el colegio.

Hay distintas obras que se aproximan a lo que debería ser un menú escolar saludable, esa comida principal ideal que cinco días a las semana hacen tantos niños. “El libro blanco de la alimentación escolar”, “Nutrición y alimentación en el ámbito escolar”, “Manual de la alimentación equilibrada en el comedor escolar y en casa” o la “Guía de comedores escolares” son algunas de estas obras para quien quiera profundizar en este aspecto.

Susana del Pozo, de la Fundación Española de Nutrición (FEN), cuyos estudios han servido para establecer las bases de la normativa de la Comunidad de Madrid sobre esta cuestión después de comprobar que los menús de los centros de dicha comunidad tenían carencias (y excesos) poco saludables, señala algunas de las pautas que debe cumplir un menú escolar ideal.

A estas pautas hemos añadido las consideraciones de una de las publicaciones anteriores, la “Guía de comedores escolares”, publicada por el Ministerio de Sanidad y Consumo y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) dentro del Programa Perseo.

Guía de comedores escolares

Requisitos del menú escolar ideal

  • La comida del medio día debe cubrir el 30%-35% de las necesidades energéticas del niño; y esto varía en función del sexo y edad del menor.
  • Adecuación según edad y sexo: los menús tratarán de diseñarse teniendo en cuenta la cantidad de nutriente por unidad de energía, de forma que lo que aporten sea suficiente para hacer frente a las necesidades de minerales y vitaminas del estrato de edad y sexo con menor necesidad energética. Por ejemplo, para un pequeño de seis a nueve años, la comida debe suponer entre 600 y 700 kilocalorías (a partir de esa edad, los chicos consumen más energía que las chicas).
  • El perfil calórico debe calcularse teniendo en cuenta la ingesta de todo el día, por lo que se pueden permitir en el menú escolar pequeñas desviaciones, ya que éste representa sólo una comida. De forma general, se recomienda que el contenido de grasa del menú se adecue de forma que no aporten más del 30-35% de la energía total como hemos señalado en el punto anterior, las proteínas proporcionen un 12-15% del contenido calórico y el porcentaje restante provenga de los hidratos de carbono.
  • Es fundamental asegurar el aporte de proteínas, calcio, hierro y vitamina A.
  • Los menús deben incluir diariamente verduras y hortalizas (como primer plato, o como guarnición del segundo); así como arroz, pasta, patatas o legumbres.
  • El segundo plato debe estar compuesto por carne, pescado o huevos. Aunque se recomienda variedad dentro de estos grupos de alimentos, alternando pescado blanco y azul, o distintos tipos de carne. Hay que tener en cuenta las restricciones referidas al pescado azul en los niños. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) recomienda que los niños menores de tres años eviten el consumo de especies de pescado contaminadas por mercurio. Los niños de entre tres y 12 años han de limitar a 50 gr/semana o 100gr/ 2 semanas, y no consumir ningún otro de los pescados de esta categoría en la misma semana.
  • El menú debe incluir fruta todos los días (se puede incluir algún lácteo como complemento) y se puede alternar con zumos naturales. Los zumos de fruta o las frutas en almíbar no deben sustituir a las frutas enteras, que serán el postre habitual. De este modo es más fácil llegar a las cinco raciones de fruta y verdura recomendadas al día.
  • La comida debe ir acompañada de pan y agua.
  • Se recomienda cautela con la sal, el azúcar y los alimentos ricos en grasas. La comida se condimentará en la cocina, el alumnado no debe añadir sal o condimentos.
  • Para la elaboración de los menús se deberán utilizar preferentemente aceites vegetales monoinsaturados (aceite de oliva) o poliinsaturados (aceite de girasol, maíz, soja y cacahuete).
  • Algunos días del mes se debe incluir alimentos integrales (como pasta o arroz).
  • A la hora de servir las raciones se aconseja incluir variedad de alimentos (por ejemplo, la guarnición de verduras; o si se trata de paella, que no sea sólo arroz)
  • También es necesaria variedad en las preparaciones (que no sean únicamente fritos sino también alimentos hervidos, al horno…).

Probablemente podamos incluir más precisiones a estos consejos, como algunas que abaratarían el menú sin menoscabar su calidad: utilizar productos de temporada y productos locales. Siguiendo estas recomendaciones el menú escolar estaría más cerca de ser saludable y equilibrado.

Más información | El Mundo Salud, Consumer
Foto | arvindgrover en Flickr
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