Los lácteos en la alimentación infantil: la leche artificial (II)

Los lácteos en la alimentación infantil: la leche artificial (II)
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Hace unos días empezamos a hablar de las fórmulas infantiles, comentando los tipos de leche que hay y cómo se clasifican según edad, además de explicar algunos de los componentes de las mismas.

Hoy seguiremos con dicho tema hablando de las fórmulas modificadas, para conocer qué podemos encontrar en el mercado y qué características tienen.

Fórmulas adaptadas modificadas

La leche de fórmula, por sus características, tiende a generar más problemas digestivos que la leche materna. Son más indigestas, duran más tiempo en el estómago y muchos niños sufren estreñimiento al tomarla o precisan de fórmulas para evitar una regurgitación demasiado severa.

Las fórmulas modificadas pueden ser una buena solución para estos niños y por eso es positivo que existan en el mercado pero algunas de ellas, por sus características, deberían considerarse leches "especiales", utilizadas como tratamiento puntual y no como norma.

Los fabricantes en cambio no deben pensar así, porque utilizan latas y envases prácticamente iguales, con la única diferencia de unas siglas como "AR" o "AE", que hacen pensar que son una opción más para los padres ("¿compramos la normal o la AR para que no vomite?").

Ya vimos hace un tiempo, sobre este tema, que la ESPGHAN opina que estas leches deberían ser consideradas un tratamiento médico y no una opción comercial.

Fórmulas anti-estreñimiento y anti-cólico

Las fórmulas anti-estreñimiento son leches en las que se modifican los triglicéridos, que en las fórmulas normales suelen estar en posición alfa, para que haya un mayor número en posición beta (en la leche materna el 70% de los ácidos grasos están en posición beta), que se hidrolizan mejor que los otros.

En las anti-cólico se hidrolizan parcialmente las proteínas, se añade dextrinomaltosa (probablemente para reducir lactosa) y se suprime el almidón.

Fórmulas anti-reflujo / anti-regurgitación

Las regurgitaciones son muy habituales en los primeros meses de vida y, a medida que el esfinter gastroesofágico va madurando y se va cerrando, éstas van desapareciendo, notándose dicha disminución entre los 6-12 meses y, sobretodo, hacia los 18.

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Antiguamente, cuando esto sucedía, además de recomendar una ligera inclinación de la cuna o colchón del bebé, para que la gravedad ayudara a evitar las regurgitaciones, se espesaba la leche con cereales.

Ahora, y desde hace un tiempo, existen fórmulas anti-regurgitación o anti-reflujo "AR", que llevan incorporado un espesante. Lo cierto es que según el espesante que lleve incorporado pueden producir algunos efectos secundarios como diarreas leves o dolor abdominal.

Por sus características, puede verse comprometida la absorción del calcio, del cinc y del hierro en el bebé y se ha observado que cuando algunos bebés toman estas leches se produce un incremento de la tos. Por estas razones, insisto, es un pediatra el que debe indicar su consumo.

Fórmulas sin lactosa

La lactosa es el principal carbohidrato de la leche. Precisa de la enzima lactasa para ser asimilada por los bebés (y adultos). La lactosa es útil para los bebés porque es importante para la correcta absorción del calcio y la obtención de masa ósea y porque induce la formación de flora acidófila en el colon, por eso la retirada de la lactosa de la dieta debe ser valorada cuidadosamente.

Las fórmulas sin lactosa se diferencian del resto en que la lactosa se ha sustituido por otro hidrato de carbono, que suele ser dextrinomaltosa.

Lo cierto es que son leches poco usadas, ya que solían indicarse cuando aparecían diarreas agudas importantes en que la flora intestinal quedaba muy "tocada" y por ello se dificultaba, temporalmente, la absorción de la lactosa. Como diarreas importantes se ven cada vez menos y éstas suelen tratarse con suero oral (los niños que toman leche materna, deben seguir tomando leche materna), estas leches se utilizan cada vez menos por esta razón.

La otra indicación posible sería en caso de intolerancia a la lactosa, sin embargo ésta suele aparecer cuando los niños son ya mayores y toman leche de vaca. En estos casos se pueden utilizar otras leches sin lactosa, añadir lactasa a las leches de consumo, para que pueda ser tolerada o bien consumir yogures o quesos si se toleran.

Fórmulas hidrolizadas

Aparecieron en el mercado para tratar problemas de mala digestión o de mala absorción. Con el paso del tiempo las indicaciones se han ampliado, sobretodo, a aquellos bebés que padecen alergia a las proteínas de leche de vaca (APLV).

La indicación debe ser médica, ya que se han descrito repercusiones nutricionales como deficiencia de vitaminas, baja absorción de calcio y desequilibrio en la composición de aminoácidos y por estas razones debe darse realizándose un seguimiento por parte de los profesionales médicos.

Más información | SEPEAP, AEPAP Fotos | Flickr - >>>WonderMike< <<, nerissa's ring En Bebés y más | Los lácteos en la alimentación infantil: la leche artificial (I), Los lácteos en la alimentación infantil: inconvenientes de la leche artificial (I) y (II), La leche de continuación no es realmente necesaria para los bebés de seis o más meses

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