La lactancia materna aumenta la inteligencia ¿causa de los ácidos grasos o del contacto físico?

La lactancia materna aumenta la inteligencia ¿causa de los ácidos grasos o del contacto físico?
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 Unos investigadores de la Universidad McGill y el Hospital Infantil de Montreal han publicado en "Archives of General Psychiatry" el mayor estudio jamás realizado sobre la relación entre lactancia materna y desarrollo cognitivo.

Y los resultados son que el amamantamiento eleva el cociente intelectual de los niños y mejora su rendimiento académico.

Estudios previos que ya hemos mostrado aquí habían apuntado a un mejor desarrollo cerebral y beneficios en la inteligencia de los bebés amamantados, pero los expertos intentaban determinar si esto se debía a la lactancia materna o a que las madres-lactantes son diferentes a las madres-biberón.

Para eliminar esta confusión dividieron a 14.000 bebés de Biolorrusia en dos grupos al azar, independientemente de las características de sus madres. En un grupo incentivaron y apoyaron la lactancia materna prolongada y exclusiva. Las madres de los otros niños no recibieron un estímulo especial.

Seis años y medio después, se midieron las diferencias entre los dos grupos con pruebas de cociente intelectual y las calificaciones de sus profesores en materias como lectura, escritura o matemáticas. Los resultados en ambos campos eran muy superiores en los niños del grupo en el que se promovió la lactancia materna.

¿Cuál es la verdadera razón de esta diferencia?

 

Los autores señalan que la leche materna tiene una composición exclusiva en la que destacan los ácidos grasos de cadena larga y un componente conocido como factor de crecimiento similar a la insulina I, y que podrían ser los responsables de las diferencias cognitivas, pero no lo llegan a afirmar. También barajan otras posibilidades como que la madre interactúa más con el bebé y le habla más.

Aunque no lo mencionan ellos, no hay que olvidar que durante la lactancia el cerebro segrega oxitocina que es la hormona del amor y favorece un mayor enamoramiento hacia el bebé, lo que podría también justificar el mayor contacto físico, además del evidente contacto piel con piel.

Por supuesto, el estudio tiene letra pequeña: los resultados solo se obtienen con lactancia exclusiva (no mixta) y prolongada, aunque no citan cuántos meses son.

Y la pregunta es: ¿quién hace eso hoy en día? Según los datos de Cataluña pero extrapolables a toda España y a algunos países, aunque el 81% de las parturientas salen del hospital con lactancia materna, a los 3 meses la mantienen el 62% , a los 6 meses el 30% , al año el 11% y a los 2 años que es lo que recomienda la OMS (como mínimo porque el tope es cuando la madre y el bebé quieran) tenemos una cifra marginal del 2% (de esta no estoy segura).

Es decir, ¿sólo tendríamos un 11% de niños más inteligentes en España pero muchísimos más en Noruega o países con incidencia más alta de lactancia prolongada? ¿Qué implica esto socialmente?

Como me comentaba una experta internacional en lactancia IBCLC, la diferencia de cociente intelectual en un niño sano puede que apenas ( no notablemente) se perciba, pero en niños con problemas significa una mayor calidad de vida. Este es el caso de los prematuros para los que la lactancia no es capricho sino medicina y oro puro, y los bebés con síndrome de Down que obtienen hasta 7 puntos más de inteligencia si son amamantados, y esto sí implica un beneficio claro.

De este estudio yo extraigo 4 conclusiones:

  1. Es evidente que la leche humana es mejor para el cerebro y cuerpo humano que la leche artificial de un animal con más volumen corporal pero menor cerebro
  2. Ya sabemos, por el documental de Punset y otras investigaciones que el contacto piel con piel también favorece las conexiones neuronales. Las madres que amamantamos tenemos aquí una ventaja, pero las madres de biberón pueden vivir esta fusión de la misma manera
  3. El problema no está tanto (o no sólo) en el biberón sino en el DESAPEGO y esa es la gran tragedia de la crianza actual, y por tanto de la sociedad
  4. La reflexión clave sería qué sucede con todos los bebés ni amamantados ni criados por sus madres/persona maternante sino que pasan largas horas en guarderías. Eso deberían analizar en profundidad los políticos que nos ofrecen guarderías a los 0 meses como única alternativa a la crianza, contrariamente a lo que sucede en los países nórdicos

Ojalá, en vez de gastarse tanto dinero en estudios que demuestran lo evidente, también se lo gasten en formar a los profesionales de salud y otras medidas para que tantas mujeres que desean e intentan amamantar no tengan que tirar la toalla con sufrimiento y culpa por la falta de ayuda y apoyo cuando surgen los problemas (grietas, mastitis, perdida de peso, etc.), y por supuesto que inviertan en bajas de maternidad prolongadas y remuneradas.

La teoría está muy bien, pero la práctica más. Y que dejen de enfretarnos a unas madres y otras porque la felicidad de nuestros hijos no está en 5 puntos arriba o abajo, pero sí está en que nos den facilidades para que criemos a nuestra familia con tiempo y presencia.

Si yo fuese una de las madres bielorruras del grupo de biberón en el que no me ayudaron y alentaron (sabiendo de antemano los resultados), y ahora me dicen que mi hijo es menos inteligente, ¡les pondría una demanda¡

Vía | El Universal Más información | AZprensa,  BBC (inglés) En Bebés y más | La leche materna y la inteligencia del bebé En Bebés y más | El niño amamantado no es más inteligente En Bebés y más | Los bebés prematuros alimentados con lactancia materna tienen un mejor desarrollo mental En Bebés y más | La leche materna es ideal para el desarrollo intelectual de los prematuros En Bebés y más | Bebés amamantados, niños menos ansiosos

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