Las tablas de crecimiento por percentiles: ¿Cuánto pesa tu hijo/a en comparación con el resto?

Las tablas de crecimiento por percentiles: ¿Cuánto pesa tu hijo/a en comparación con el resto?
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Hace dos días os trajimos las tablas de crecimiento por percentiles para saber cuánto medían los bebés en relación al resto de niños. Como la altura no es lo único a tener en cuenta cuando en el crecimiento de un bebé, puesto que debemos valorar también el peso, hoy hacemos lo propio con las tablas de crecimiento para saber cuánto pesan los bebés en relación al resto de bebés.

De hecho, como expliqué el otro día, la altura es uno de los parámetros que menos tienen que ver en relación a lo que los niños comen o dejan de comer mientras que el peso es todo lo contrario, está íntimamente relacionado con la cantidad de alimento que ingiere el bebé. Por eso es importante mirar las tablas, tenerlas en cuenta y, sobre todo, saber interpretarlas para no acabar haciendo locuras (nutricionalmente hablando).

Las tablas de crecimiento por percentiles: peso

De nuevo, y por la explicación que ya os ofrecí el otro día, vamos a hacer uso de las tablas de crecimiento de la OMS, publicadas en el año 2006, conseguidas gracias a un estudio de más de 8.000 niños procedentes de diferentes países del mundo, en que se tenía mucho más en cuenta la alimentación natural de un bebé, la lactancia materna, por encima de la que se utilizó mayormente en décadas anteriores, cuando la mayoría de bebés tomaban leche artificial.

Tabla de crecimiento por percentiles para niños

Las tablas se pueden ver en la misma página de la OMS, pero os dejo los enlaces por si las queréis imprimir. Si tenéis un niño menor de dos años os recomiendo esta tabla que va desde que nacen hasta los 24 meses. Si tiene más de 2 años podéis descargar ésta, que llega hasta los 5 años.

Tabla de crecimiento por percentiles para niñas

De igual modo, podemos ver, descargar o imprimir también las tablas de crecimiento para las niñas. Si es menor de 2 años, os recomiendo ésta. Si es mayor de dos años, la tabla que llega hasta los 5 años podéis encontrarla aquí.

Cómo funcionan las tablas

Mirar el peso de nuestro hijo o hija en las tablas es muy sencillo. Sólo necesitamos saber cuánto pesa en cada momento y mirar la tabla según la edad.

Si por ejemplo tenemos un niño de 8 meses que pesa 10 Kg, miramos la tabla y vemos que está en un percentil intermedio entre el 50 y el 85. Se dice que está en percentil 50 (porque no llega al 85), aunque en realidad estaría, más o menos, en un percentil 80. ¿Qué eso de "percentil? Por si no lo leísteis el otro día lo vuelvo a explicar: percentil significa porcentaje. Cuando hablamos de percentil es como decir “per cientil” (por ciento) y por eso en las tablas se habla de valores entre 0 y 100.

Si te dicen que tu hijo está en el percentil 15, te están diciendo que de cada 100 niños, él está en la posición 15, habiendo 85 niños que pesan más que él y 14 que pesan menos. O sea, que de todos los niños, el 14% pesa menos y el 85% pesa más.

Por el contrario, si te dicen que tu hijo está en el percentil 97, te están diciendo que 3 niños pesan más que tu hijo y que 96 pesan menos (de cada 100).

Los niños estudiados para hacer las tablas son niños sanos, así que en realidad es poco importante dónde situemos a nuestro hijo en la tabla. Vamos, que al pediatra no tiene que importarle que nuestro hijo esté en el percentil 15 o que esté en el 75. No es mejor una cosa que otra. Lo que debe mirar, lo que debe tener en cuenta, es la evolución y comparar el punto en que se encuentra con la altura.

Si con un mes un niño está en el percentil 97, pero con 5 meses está en el percentil 3, el niño estará dentro de las gráficas siempre, pero la evolución será un problema de ganancia de peso que debe ser estudiado (esto quiere decir que la frase “mientras esté dentro de las curvas no hay problema” no tiene sentido). Por eso hay que ir viendo la evolución, más que el dónde está en cada momento.

El peso de los niños

El peso de los bebés

Sé que estoy repitiendo cosas de la anterior entrada, pero prefiero repetir y que quede todo bien claro, que pasarme abreviando y que alguien que no haya leído la entrada anterior empiece por ésta (o solo lea ésta) y el mensaje quede incompleto.

Si os fijáis en las gráficas, los percentiles 98 a 100 y 1-2 no existen, no aparecen. Sin embargo, en los niños estudiados normales también estaban esos niños. Lo que pasa es que se retiran de las tablas para que nos sirvan como límite bajo y límite alto a partir de los cuales los profesionales deben valorar si hay que realizar algún tipo de estudio. O sea, estar fuera de la gráfica no significa no ser normal o estar enfermo, pero hay que confirmarlo.

Por debajo de la media

Hay profesionales que marcan la línea buena en la media, el percentil 50 y que consideran que todo lo que está por debajo es un niño delgado que igual está comiendo poco. Miran a la madre, ponen cara de "esto no me gusta" y le dicen "está por debajo de la media, va justito", como si hubiera que empezar a cebar al niño para que engordara más.

El error es doble. Primero, a falta de comparar el peso con la altura, el niño que está en el percentil 15 es tan normal como el que está en el percentil 75. Simplemente, uno pesa más que el otro. Algunos pediatras (y enfermeras) tienden a señalar el percentil 15 (y los que están debajo del 50) como de bajo peso y del 50 en adelante como un "está estupendo". Sin embargo puede suceder que un niño en el percentil 40 tenga más kilos de los que necesita y que un niño en el percentil 50 esté delgado.

¿Que cómo es posible? Pues porque el peso hay que valorarlo siempre en base a la talla. Si un bebé está en el percentil 3 de altura (es de los más bajitos), pero está en el percentil 40 de peso, quizás está comiendo demasiado, o quizás los alimentos que recibe son demasiado altos en calorías. Si otro bebé está en el percentil 97 de altura (es de los más altos), pero está en el percentil 50 de peso, podría estar comiendo menos de lo que necesita, o recibiendo alimentos con calorías insuficientes. Un tercer niño, en el percentil 15 de altura y el percentil 15 de peso (de esos de "vaya, va justito"), podría estar alimentándose mejor que los dos anteriores y necesitar en realidad menos atención y menos seguimiento.

El segundo error es el de utilizar la media como la línea ideal a la que todo niño debe llegar. Si a todas las madres con niños con un percentil de peso por debajo del 50 les decimos que hagan lo posible por llegar a ese 50 estaremos provocando obesidad. Si los niños normales que pesan menos consiguen llegar o acercarse a la media, la media la estaremos desplazando hacia arriba, porque para que haya una media tiene que haber niños con más peso y otros con menos. Así que si a los niños que miden "percentil 3" les hacemos pesar "percentil 50", estaremos consiguiendo que sean bajitos aún (porque no van a crecer más por comer más) pero gordos. No bajitos y con un peso correcto, sino bajitos y gordos. Y la media de la población española ya no será esa línea que se ve en la gráfica, sino una más alta. Dicho rápido y conciso: el 50% de los niños tienen que tener un peso por debajo del percentil 50. Si esto no se da, los niños de nuestra población comen de más, o comen mal.

Pero a mi hijo le cambiaron la leche y le dieron papillas

En el segundo párrafo he dicho que una mala interpretación de las tablas puede llevar a los profesionales a cometer locuras. Pues bien, voy a explicar estas locuras. Cientos de niños, miles, han sufrido las palabras de profesionales que no han sido capaces de interpretar correctamente las tablas y que, además, han errado en sus recomendaciones.

Madres que han sido instadas a cambiar la leche materna por la leche de biberón porque "tu leche no le está alimentando lo suficiente, vamos a cambiar a leche de bote", en lo que es un error de base por una razón muy clara: la leche artificial tiene las mismas calorías que la leche materna. Por ley, tiene que ser así. Sí es cierto que tiene más proteínas, básicamente porque al ser de menor calidad biológica, tienen que suplir esa carencia con una concentración mayor, y que esto podría hacer ganar algo más de peso a los bebés, pero a cambio de esa hipótesis estás quitando al bebé la leche materna. Vamos, que estás cambiando leche por leche, cuando la alternativa es peor que la original. Si sospechas que el bebé está tomando poca leche materna, basta con investigar esto: si hay un mal agarre, si el bebé no saca leche suficiente, si la madre está produciendo poca leche, etc.

Otras madres han recibido la recomendación de iniciar la alimentación complementaria antes de tiempo. Sabemos que lo ideal para los bebés es recibir leche materna hasta los seis meses de manera exclusiva. Pues algunos bebés han empezado a los cuatro meses a comer cereales y fruta, algunos incluso verdura y carne, con la intención de subir de peso. Darle fruta, verdura y carne a un bebé para que gane peso es absurdo. La fruta tiene muy pocas calorías (menos que la leche materna), la papilla de verdura y carne, pues también (se acerca a las 50 kcal por 100 ml, cuando la leche tiene unas 70 kcal). ¿Qué come la gente que se pone a dieta? Pues eso: fruta, verdura y carne a la plancha.

Lo único que serviría de algo son los cereales, que sí tienen más calorías que la leche materna. El problema es que a nivel nutricional no se acercan, y por eso es mejor dejarlos hasta los 6 meses. De nuevo, si se sospecha que el bebé come poco, hay que averiguar por qué. Y si hablamos de un bebé que toma biberón, hay que averiguar por qué gana poco peso, si es una cuestión normal (porque por constitución hay personas delgadas y bebés delgados) o si hay alguna patología que debería diagnosticarse.

Lo importante de las tablas

Así que, como digo, lo importante es ver cómo es la evolución de los percentiles en el tiempo y ver cuál es la relación de la altura con el peso. De nuevo, como con las tablas de altura, no hace falta que esté siempre en el mismo percentil, pues la mayoría de niños van cambiando de percentil a medida que pasa el tiempo, a veces subiendo al percentil siguiente, a veces bajando al anterior. Además, el peso suele ir muy ligado con el cambio de percentil de la altura: en una visita el bebé ha crecido menos y resulta que gana menos peso también. Luego en otra crece más y el peso le acompaña.

Fotos | Thinkstock
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