Desde hace unos días corre por los medios una noticia que me sorprende por dos razones, la de una mujer de China que ha batido el récord Guiness de gestación al llevar 17 meses embarazada de su bebé.
Me sorprende por la noticia en sí, porque un embarazo de 17 meses es sin duda larguísimo, y me sorprende porque todos los medios lo están explicando como si fuera cierto, posible y lógico. ¿De verdad una mujer ha batido el récord Guiness de gestación con 17 meses de embarazo?
El récord Guinness no
Una de las cosas que están claras es que si esta mujer ha batido un récord, no ha sido validado por el comité del Guinness World Records. En su página web no hay ninguna mención a ello, como tampoco la hay en su página de Twitter.
Además, algunas personas les han preguntado acerca de esta cuestión y lo han desmentido. Ellos no han certificado esta historia:
Un embarazo de 17 meses es imposible
Según leemos en las noticias de todos los medios (Telecinco, LaSexta, LaGaceta y el original de People's Day China), el nombre de la mujer es Wang Shi, y es la futura mamá de un bebé que nacerá por cesárea después de que su gestación haya superado por ocho meses la fecha prevista de parto, que se calculaba que sería a mediados de noviembre de 2015 (se quedó embarazada en febrero del 2015). El feto tiene un peso actual de 3,8 kilogramos y no es hasta ahora cuando han considerado que está preparado para nacer.
Sin embargo, es imposible. Si en febrero se quedó embarazada y 17 meses después tiene un bebé de 3,8 kilogramos, a los seis o siete meses de embarazo habrían visto que el desarrollo era lentísimo, tanto, que habrían diagnosticado el embarazo como CIR (Crecimiento Intrauterino Retardado) y le habrían provocado el parto para salvar la vida al bebé y que pudiera seguir creciendo y desarrollándose en el exterior.
Pensadlo bien, si en el mes 17 pesa 3,8 kilos y es al final del embarazo cuando más peso cogen, ¿qué pesaría el feto a los siete u ocho meses? ¿700 gramos? Imposible que nadie hiciera nada.
Por otro lado, pongamos que sucede, que nadie hace nada porque dicen "bueno, sigamos adelante porque aunque pesa poquísimo sigue engordando". ¿Alguien se cree que no le hubieran hecho una inducción en la semana 41 o 42? ¿Quizás en la 43? Todos los protocolos de los hospitales establecen un momento de la gestación a partir del cual se indica la inducción del parto para evitar riesgos como la aspiración de meconio o la pérdida de bienestar fetal hasta el punto de provocar daños irreversibles en el feto.
Entonces, ¿qué ha podido pasar?
Si la mujer se quedó embarazada en febrero de 2015 y va a dar a luz ahora está claro que no hablamos de uno, sino de dos embarazos (o tres). Quizás perdiera el primer embarazo en algún momento de la gestación, quizás en el primer trimestre, con algún sangrado que le pudiera parecer más o menos normal; y luego estuviera un tiempo sin menstruación y se quedara de nuevo embarazada sin llegar a menstruar (si una mujer se queda embarazada en la primera ovulación ni siquiera llega a tener la regla).
Una sucesión de dos o tres embarazos podría hacerle creer que es el primero, que se ha alargado en el tiempo. Suena absurdo creer que una mujer no pueda darse cuenta de que no es el mismo embarazo, pero más absurdo suena creer que esté convencida de que lleva 17 meses gestando a su bebé.
Pero no, no es eso. En ElDiarioNY leemos las declaraciones de uno de los médicos de Wang Shi, que lo aclara todo:
Yo verifiqué los resultados, ella probablemente tiene 38 semanas de embarazo (9 meses). Todo se ve normal.
A lo que añadió que los primeros análisis y datos del embarazo datan de noviembre de 2015, y no de febrero, como asegura ella y confirman los otros medios.
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