Muchas veces cuando hablo con alguna embarazada, en algún momento de la conversación sale alguna comparación o símil de su estado, desde el típico "estoy como una foca", que cuando estoy en la cama parezco una ballena varada, que un día de estos me sacas con grúa, etc.
Por favor, dejad de hacer este tipo de comparaciones y sobre todo dejad de ponernos en esos lances en los que ya uno no sabe que decir, así que olvidaros de cetáceos, grúas y demás porque estar embarazada es como ser un niño menor de tres años (humor)
Si, como lo has oído estar embarazada es como ser un niño pequeño y te voy a dar nueve razones para convencerte:
1. No puedes atarte los zapatos. Vale que la mayoría del tiempo tampoco estamos para salir a correr o llevar tacones.
2. Hace meses que has perdido el sentido del equilibrio. Si tenéis en casa a niños de esa edad, comparad la forma de caminar.
3. No puedes beber alcohol Sin comentarios.
4. No duermes. Vale, no es por las mismas razones, pero no duermes, ¿verdad?
5. Piensas que cierta comida es asquerosa sin causa justificada. Si, es cierto, lo tuyo también es reversible.
6. No tienes muy claro que no termines haciéndote pis en los pantalones. Confiesa, seguro que alguna vez te ha faltado muy poco.
7. Muchas veces no recuerdas dónde has dejado las cosas o qué era lo que estabas diciendo. Aquí, mejor paso palabra.
8. Gracias a tu barriga, tus camisetas están llenas de manchas de comida y bebida. Esto continúa durante la lactancia, sólo que las manchas están más cerca del cuello.
9. Te vas a la cama a las nueve. Conozco a alguna que si por ella fuera se induciría un sueño durante los nueve meses.
10. Eres feliz en el agua
¿Habías pensado alguna vez lo parecido de tu estado al de tus hijos cuando eran pequeños?
Foto | ThinkStock
Vía | parentish
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