Como si de un adicto se tratase, un niño que sufre síndrome de abstinencia tecnológico padece todo tipo de problemas, nerviosismo, ansiedad, etapas depresivas, en fin, un mono que podría aliviarse si nuevamente se le proporcionara el permiso para navegar en la red, mensajear con el móvil o engancharse de nuevo a los juegos de la videoconsola.
Utilizar excesivamente las nuevas tecnologías y depender de ellas es un problema que se instaura a marchas forzadas en nuestra sociedad y especialmente en los más jóvenes. La Oficina del Defensor del Menor nos informa que durante los años 2004 y 2005, hasta un 47% de los niños utilizaban excesivamente las nuevas tecnologías y un 9% eran considerados adictos. Esta adicción genera en sus víctimas un cuadro idéntico al síndrome de abstinencia que presenta un drogodependiente cuando se encuentra privado de su dosis.
Todos los excesos son negativos y más cuando se realizan por las mentes más inmaduras, las nuevas tecnologías se encuentran en nuestra sociedad y los padres en ocasiones, pensando en proporcionarles lo mejor a nuestros hijos, aunque sean pequeños, les compramos lo último y lo mejor, lo más novedoso y tecnológico, incluso cuando se trata de un simple peluche. Este es uno de los problemas que los padres hemos contribuido a aumentar, pensando siempre en otorgarle a los pequeños lo que nosotros mismos no recibimos, propiciamos el aumento de problemas tan innovadores como el que estamos tratando, el Síndrome de Abstinencia Tecnológica.
Este problema ya se encuentra presente entre muchos niños que tienen 12 y 13 años, pero al paso que vamos, no será extraño que cada vez sean más pequeños quienes padezcan una dependencia extrema de las nuevas tecnologías. Hay que recordar que muchos de los problemas que han sido considerados como correspondientes a edades adultas, han terminado instaurándose en la población infantil.
Hay que ser responsables, nosotros como padres debemos dosificar las nuevas tecnologías desde el primer momento en el que el niño entre en contacto con ellas, un móvil se ha convertido en un regalo que cada año se realiza a más temprana edad, niños con 5 y 6 años juegan a la videoconsola demostrando ser unos grandes profesionales, sus deditos se mueven como pez en el agua. Los nuevos estilos de vida propician nuevos problemas a la sociedad y los padres debemos procurar evitárselos nuestros hijos.
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