Lo sabemos, la mayoría lo sabe, o al menos parece que estamos más concienciados al respecto que hace unos años. Fumar delante de los niños es perjudicial también para su salud y sin embargo se sigue haciendo. ¿Y si pudieran decirnos algo nuestros bebés? Seguramente gritarían "¡No me fumes! Quiero crecer sin humos", que da nombre a una guía editada para concienciar a las familias con hijos pequeños.
La guía para padres y madres se centra en los efectos del humo de segunda mano o tabaquismo pasivo, que es el que habitualmente sufren los hijos de padres fumadores, a no ser que se tomen ciertas medidas importantes y que también aconsejan en este documento.
Es una pequeña guía que podemos ver en pdf. y que nos recomienda "Si fumas, plantéate dejar de fumar, por tu salud y también por la salud de tu hijo o hija". Y apara aquellos que no pueden dejar el hábito, se ofrecen pautas importantes para que el tabaquismo no afecte a los pequeños, incluso en el caso de madres lactantes.
Nos recuerda que el humo ambiental del tabaco o humo de segunda mano es una mezcla producida por el humo que exhalan las personas que fuman y el humo que produce la combustión pasiva del cigarrillo. Ambos tipos de humo son tóxicos y contienen muchos irritantes respiratorios y cancerígenos, actúan como un vapor instalándose en el ambiente, en la ropa, el pelo...
Los bebés y niños son más sensibles a los efectos del humo del tabaco, lo que es especialmente peligroso para sus pulmones y su sistema inmunológico y en el caso de los lactantes se relaciona con el síndrome de muerte súbita.
Estas y otras cuestiones se tratan en la guía, editada por la Agencia de Salud Pública de Catalunya:
- ¿Qué ganará mi hijo o hija si no le exponemos al humo ambiental del tabaco?
- ¿Qué puedo hacer para no exponer a mi hijo o hija al humo ambiental del tabaco?
- Tópicos y conductas erróneas
- ¿Para poder amamantar a mi hijo o hija tengo que dejar de fumar?
En definitiva, tengámoslo en cuenta, si pudieran decírnoslo, así lo harían: "No fumes, quiero crecer sin humos". De hecho, cuando crecen muchos se lo dicen a sus padres y se convierten en "guardianes". Bienvenidos sean, si al final por ellos se consigue dejar de fumar.
Foto | Thinkstock
Sitio Oficial | Canal Salut
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