Una de las tareas más ilusionantes cuando se está esperando un bebé es la compra de la ropa que va a necesitar. El mercado ofrece infinidad de propuestas para todos los gustos, pero, ¿realmente sabemos qué necesita un recién nacido durante sus primeras semanas de vida?
En este artículo trataremos de desvelar qué ropa es imprescindible para cubrir las necesidades del bebé, con el testimonio de tres padres recientes que nos explicarán, en primera persona, en qué acertaron y cuándo se equivocaron.
¿Qué ropa es imprescindible para las primeras semanas del recién nacido?
Durante las primeras semanas de vida de un recién nacido será fundamental utilizar ropa fabricada en tejidos naturales y transpirables como el lino y el algodón, preferiblemente sin etiquetas y costuras que puedan irritar su delicada piel.
Tanto la ropa de la canastilla como la que se utilice en las primeras semanas de vida debe ser esencialmente cómoda, de calidad y segura. Además, lo más recomendable es lavar todo bien antes de ponérselo por primera vez. Una tarea en la que será de gran ayuda una lavadora como Samsung QuickDrive™, porque reduce hasta el 50% el tiempo de lavado y ahorra hasta un 20% de consumo energético.
Evitar los cuellos demasiado cerrados y las mangas muy estrechas garantizarán la confortabilidad del bebé. Revisar que los botones, corchetes y cremalleras estén bien fijados y prescindir de adornos con cintas y lazos impedirán que pueda haber accidentes por asfixia.
Sea la época del año que sea cuando nazca el bebé, será necesario llevar al hospital unas prendas básicas imprescindibles que se utilizarán tras el parto y durante las primeras semanas, esencialmente funcionales, para facilitar su puesta, el cambio de pañales, etc.
Carlos y Esther, padres de un recién nacido que pesó 4,150 kg y 55 centímetros al nacer, montaron la canastilla del hospital con cuatro conjuntos completos divididos en bolsitas individuales transparentes, para que cada cambio resultara lo más sencillo posible.
Los bodies son, probablemente, la prenda que más utilizan los bebés, especialmente en sus primeras semanas y meses de vida
Los bodies son, probablemente, la prenda que más utilizan los bebés hasta su primer año de vida y, especialmente, en sus primeras semanas y meses. Es necesario que tengan corchetes en la entrepierna para facilitar el cambio de pañal y así molestar lo menos posible al bebé.
Aunque la temperatura de los hospitales y las clínicas suele ser confortable, hay padres que, en determinados meses, como en primavera y otoño, prefieren equipar su canastilla con varios bodies de manga corta y larga, con y sin piernas, tal y como nos comenta Laura, que tuvo a su pequeño Luis en el mes de junio. A pesar de ir bien preparada, nos explica que “hacía tanto calor que en el hospital estaba en pañales y solo nos hizo falta un body para llevarle a casa”.
Por su parte, pijamas y peleles resultan perfectos para los meses más fríos, siendo la alternativa ideal a los bodies, ya que permiten regular la temperatura del recién nacido. Tampoco faltaron los gorros en las canastillas de las tres familias consultadas, ni unos cuantos calcetines o patucos, un par de manoplas o algún tipo de arrullo o mantita suave. “Considero que los arrullos son un básico. Tanto para lavar la boca como para proteger del sol o si en algún caso hace frío”, explica Laura, que incluso los ha utilizado en verano si el aire acondicionado estaba demasiado fuerte.
Como se ha comentado, todas las prendas de ropa con las que se vista a un recién nacido deben estar lavadas en casa con anterioridad, aunque sean nuevas o prestadas, con detergentes neutros y sin suavizantes, para evitar que, cuando entren en contacto con la piel del bebé, pueda irritarse.
Utilizar programas de lavado específicos para la ropa de bebé es una de las mejores soluciones, para tratarla como si estuviera lavada a mano. Por ello, contar con la nueva Samsung Quick Drive™, una lavadora que cuida especialmente los tejidos más delicados, es todo un acierto, ya que consiguen los mejores resultados, incluso con agua fría, gracias a la exclusiva tecnología EcoBubble™.
¿Qué ropa no necesita un recién nacido? Los errores más habituales
Cometer algunos errores en la selección y compra de la ropa de un bebé es algo muy común, por lo que, para evitar que se acumule la ropa que no necesita o no le cabe, con la etiqueta y sin estrenar, bastará con seguir estos sencillos consejos.
Una talla equivocada
Acertar con las tallas de la ropa de recién nacido se convierte, en muchas ocasiones, en un auténtico rompecabezas. ¿Cuál le tengo que comprar? ¿La talla 0 o la 1?
Aunque puede resultar difícil no caer en la tentación de comprar la ropa del bebé con antelación, es recomendable esperar a que el embarazo esté adelantado para saber aproximadamente la medida del bebé.
Fijarse en los centímetros que indica la etiqueta de la ropa, además de en la talla, servirá de guía para no equivocarse tanto
Tal y como nos cuenta Laura, la mayoría de ropa de recién nacido que compró antes del parto o que le regalaron, quedaba demasiado justa a su bebé que pesó al nacer casi 4 kg. “Probablemente un 50% de la ropa que compramos o nos regalaron está sin estrenar.”, especifica Laura.
Por otro lado, Eduardo y Sandra, con su pequeña Lucía de 2,400 kg., descubrieron como toda la ropita, incluso la de la talla 0, le quedaba excesivamente grande.
Fijarse en los centímetros que indica la etiqueta de la ropa, además de en la talla, servirá de guía para no equivocarse tanto. Por lo general, y a pesar de que cada marca cuenta con su propio tallaje, la talla 0 equivale a una altura aproximada de 50 cm y la de 0-3 a unos 54 cm.
“En nuestro caso y con un recién nacido de un tamaño tan grande, tuvimos que comprar la mayoría de ropa de 3 meses, para utilizarla durante las primeras semanas de vida del bebé y pasamos muchas horas de la baja por maternidad y paternidad cambiando las prendas de talla 0 o 1 que nos regalaron y no pudimos estrenar, por otras piezas de tamaño superior”, explica Carlos, padre de Kim.
¿Son necesarios los zapatos?
Realmente y según los consejos de médicos y expertos, hasta que no empiecen a caminar, los bebés no necesitan llevar zapatos. Caer en la tentación de comprarle unos zapatos o deportivas de suela rígida, cuando son bebés de semanas, incluso de meses, es un error. “Ponerles zapatos a bebés de semanas...¡Si no tocan el suelo! Calcetines de diferentes grosores y a volar”, explica Laura.
¿Demasiado abrigado?
Abrigar demasiado al recién nacido por miedo a que pase frío es algo muy habitual que debería evitarse. Para saber con certeza si el bebé se siente cómodo, bastará con tocarle la nariz: si está fría, será necesario abrigarle un poco más. Por otro lado, si tiene la nuca sudada, significa que pasa calor, por lo que será recomendable quitarle alguna prenda de ropa.
“Reconozco que siempre me da miedo que mi hija pase frío, por lo que, sin querer, tiendo a abrigarla demasiado”, explica Sandra. “A medida que voy adquiriendo experiencia, me doy cuenta de que no necesita tanta ropa y noto que se siente más cómoda y ligera”, añade.
Guardar una muselina en la bolsa del cochecito en los meses de primavera y verano o una manta de felpa suave en otoño e invierno, servirá de comodín para abrigarle cuando sea necesario.
Igualmente, ponerle abrigos y chaquetas demasiado rígidas provocará que el bebé no se sienta cómodo, por lo que esperar unos meses a que el pequeño sea más autónomo y se mueva con más facilidad evitará gastos innecesarios. “Nos regalaron una chaqueta de cuero muy graciosa, en tamaño mini, que nunca pudimos ponerle. Aunque estaba muy divertido con ella puesta, no podía moverse en absoluto.”, comentan Carlos y Esther.
Eso sí, Laura aconseja entusiasmada a los futuros padres: “Por necesidad solo será necesario que compren un par de bodies y luego ya irán viendo. Pero si les apetece comprar cosas graciosas, les aconsejo que no se repriman, el embarazo es muy largo y estos detalles ayudan a sobrellevarlo mejor. En cualquier caso, acertar o no es algo que nunca van a poder controlar”.
Lo que sí será de gran ayuda es contar con una lavadora Samsung QuickDrive, que reduce hasta un 50% el tiempo de lavado y ahorra hasta un 20% el consumo energético, permitiendo que los padres se concentren en lo que verdaderamente importa: su bebés.
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