“¿Has oído la noticia de los móviles?”, me dijo ayer una compañera de trabajo. Yo enseguida pensé en la relación entre los móviles y las ondas electromagnéticas con el cáncer, tema del que se habla mucho últimamente, sin evidencia que lo demuestre, por cierto, pero no, ha seguido hablando y me ha dicho: “Han encontrado material fecal en los móviles”.
En ese momento he pensado en todos esos móviles que he tocado porque alguien se lo ha comprado hace poco y en los móviles que han llegado a tocar mis hijos, que por suerte no son demasiados. Luego he pensado en el mío y enseguida me he acordado de que yo sí me lavo las manos después de vaciar mi intestino, así que he respirado un poco más tranquilo.
El caso es que un estudio realizado en el Reino Unido ha demostrado que uno de cada seis móviles está contaminado con E.Coli a causa de la mala higiene personal de los británicos, que salen del Water Closed (alias WC) sin lavarse las manitas.
Esta falta de higiene, según comentan, podría provocar una intoxicación alimentaria por dicha bacteria, ya que se transmite con gran facilidad a través del tacto o los alimentos. Además, son bacterias capaces de sobrevivir durante horas en una superficie (como un móvil, por ejemplo).
Una vez analizados los móviles, analizaron las manos de sus dueños y los resultados eran prácticamente los mismos. Aquellas personas cuyos móviles tenían bacterias fecales portaban las mismas bacterias en sus manitas.
Como anécdota, comentar que Birmingham es la ciudad en la que más móviles contaminados hay, con un nada desdeñable 41% de los analizados (pasando de ir a visitar Birmingham), mientras que Londres es donde más E. coli se halló (en el 28% de los aparatos).
Ahora es cuando uno se para a pensar en la flora y la fauna española y recuerda todas aquellas veces en que va a un lavabo público y ve a varios hombres entrar y salir sin saludar al agua. Yo ahí con mi hijo poniéndome perdido de agua y los demás diciendo que son de secano. Si hicieran este estudio en España por fin se sabría cuán limpios somos: “la verdad está ahí afuera”, dicen.
Con respecto al consejo que os puedo dar, seguro que ya lo tenéis claro. Que nadie os deje el móvil para verlo, por muy chulo que sea, y sobretodo que no le pongan a tu hijo los dibujos en el móvil ni ese juego tan chulo que acaba de salir para el iPhone o Android. Un “vamos hijo, que aquí no hay nada que ver” lo arregla todo (también se puede intentar ser más diplomático, claro).
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Foto | Anitakhart en Flickr
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