Niegan la ciudadanía estadounidense a unos bebés porque no se sabe "la nacionalidad" del esperma y óvulos donados

Niegan la ciudadanía estadounidense a unos bebés porque no se sabe "la nacionalidad" del esperma y óvulos donados
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Está claro que la madre, aquella que concibió a las mellizas y las alumbró, tiene esa nacionalidad. Pero se ha encontrado con la sorpresa de que tal vez sus hijas no puedan tener la misma. La madre es una estadounidense radicada en Israel que quedó embarazada en una clínica de fertilidad gracias a esperma y óvulos donados de manera anónima.

Cuando solicitó la ciudadanía estadounidense para sus bebés, la petición fue rechazada porque la madre debía probar que los óvulos o el esperma empleados para la fertilización provinieran de ciudadanos de Estados Unidos, un hecho muy difícil por los acuerdos de confidencialidad en algunos hospitales.

El caso, a pesar de ser tan específico, pone sobre la mesa una realidad que será cada vez más frecuente y a la que tarde o temprano las leyes tendrán que adaptarse, porque vemos cómo los avances tecnológicos no siempre vienen acompañados de adaptaciones legales.

Y, ¿cómo está la ley en este sentido en Estados Unidos? La Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado tiene una sección en la que explica las leyes que rigen las peticiones de nacionalidad para ciudadanos que estén pensando en utilizar técnicas de reproducción asistida.

Explica que la transmisión de ciudadanía estadounidense por nacimiento está regida por la Ley de Inmigración y Nacionalidad que obliga a los padres a tener una conexión biológica con su hijo para pedir la ciudadanía.

En otras palabras, el ciudadano estadounidense debe ser el donante de esperma o de óvulo para transmitir la ciudadanía a un hijo concebido a través de tecnologías de reproducción asistida. Menos mal que en el caso de las adopciones no se seguirá el mismo criterio, porque de ese modo ningún niño adoptado podría tener la nacionalidad de sus padres…

Lo cierto es que en este caso la madre debe de sentirse avasallada, como si le dijeran “en realidad no son tus hijas”, a pesar de que las gestó en su vientre y las parió. Si las leyes no están adaptadas a las nuevas situaciones que cada vez se producen con más normalidad, hay que renovarlas y adaptarlas (también para, precisamente, darles un plus de normalidad).

El caso de esta mujer y sus bebés ejemplifica dos fenómenos sociales y culturales

  • Los conceptos tradicionales de familia y de paternidad ya no sólo incluyen el tridente de padre, madre e hijo. Ahora son mucho más comunes las familias monoparentales u homoparentales.
  • Para lograr su cometido, parejas (y personas en solitario) de todos los perfiles están aprovechando avances tecnológicos como la fertilización in vitro, la donación de material genético o la maternidad subrogada (el polémico vientre de alquiler). Y lo hacen, aunque para ello deban salir de su propio país para lograrlo.

Esperemos que pronto se resuelva el caso de las bebés a las que le niegan la ciudadanía porque no se sabe la nacionalidad del material genético empleado para concebirlas. Un caso donde cabrían posibilidades tan surrealistas como que una de las mellizas sí fuera considerada estadounidense y la otra no, según están las leyes ahora.

Vía | BBC Mundo
Foto | NYCMarines en Flickr-CC
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