No es de extrañar que las empresas alimentarias vieran un gran potencial de negocio en la infancia, por esta razón se dedicaron a promocionar sus productos a través de los personajes de ficción infantiles más populares del momento, creando así los llamados alimentos animados.
A cada nuevo producto se le asigna uno de estos personajes que en el momento más llaman la atención, sea porque estrenan una película, porque es una novedad, porque todos los niños ven sus dibujos en la tele, etc., no deja de ser una moda, así Superman, Los Simpsons, los Teletubbies, se convierten en el reclamo para que ciertos productos se consuman más, o al menos que se compren porque ¿cuántos paquetes de cereales o de galletas hemos tenido que comernos los padres?
Nosotros somos de la opinión de que si se trata de un alimento saludable y beneficioso para la salud del pequeño, es incluso una buena opción utilizar este tipo de sugerencias para los más pequeños, como era el caso de las espinacas y Popeye. Pero cuando se trata de fast food y de distintos preparados que propician algunas enfermedades relacionadas con la salud, estamos totalmente en contra.
Creemos que debiera haber una normativa que supervisara fehacientemente los productos destinados a los niños y que se prohibiera todo tipo de publicidad que pueda predisponer a un niño a alejarse de una dieta sana y equilibrada. ¿Qué opinas tú?