¿Os han picado ya los primeros mosquitos?, espero que no, de hecho espero que no lo hagan en todo el verano. Pero como no depende de mí, os recomiendo que empecéis a buscar remedios para prevenir, y soluciones frente al molesto picor que sucede al ataque de estos insectos.
En casa hemos probado los parches de Calmaven de laboratorios Alter, y nos han gustado por la comodidad en la aplicación, y por que los podemos llevar en un bolsillo de la mochila sin ocupar apenas espacio. Calmaven son parches transparentes para aliviar el picor y las molestias producidas por las picaduras de mosquito. Es un producto biocompatible y se recomienda para niños a partir de dos años, y adultos. Su acción calma y refresca la piel afectada, y su presentación crea una barrera física que impide la erosión por rascado.
Su fórmula a base de ingredientes naturales actúa rápidamente (algunos de los ingredientes tienen nombre extrañísimos que llevan a pensar que son químicos, por ejemplo ‘acrylates copolymer’, pero he estado obteniendo información para comprobar que sí lo son)
Se presenta en sobre con 20 parches que se ponen sobre la piel perfectamente limpia y seca, manteniéndolos unos segundos para comprobar que está bien sujeto. Una vez colocado el parche, debe permanecer entre 6 y 8 horas para realizar su efecto, si fuera necesario se puede cambiar por otro nuevo transcurrido este período.
Finalmente, resaltar que Calmaven no lleva amoníaco, pero es un producto para tratar picaduras, por eso no debe ingerirse ni aplicarse en pieles con heridas. Tampoco deben estar al alcance de los niños.
Y su utilización provoca irritaciones debe suspenderse, naturalmente. Frente a todas las ventajas, encuentro que Calmaven es un producto caro (20 parches cuestan 7,83 euros), aunque todo dependerá de lo expuestos que estemos a picaduras.
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