Con la proximidad de Halloween, Instagram se está llenando de adorables culitos de bebés pintados de calabazas naranjas bajo la etiqueta #pumpkinbutt. También con minicalabazas colocadas en perspectiva como si fueran el culito del bebé, como la moda de las frutas y flores que ha llegado a la red social.
A simple vista, las fotos son de lo más tiernas (cualquiera se comería a besos esos traseros regordetes), pero no a todos los padres les gusta esta nueva tendencias que inunda la red social. Consideran que es peligroso publicar fotos de los niños desnudos en las redes sociales.
Gina Fenton, madre responsable del blog Sammiches Psy Meds es una de las más críticas con la nueva tendencia. Considera que no hay problema en fotografiar sus bebés desnudos dentro del ámbito familiar, pero que es muy distinto compartirla con miles de desconocidos sin el permiso del bebé, que obviamente no puede dar.
Como padres, hasta que cumplan la mayoría de edad ostentamos la patria potestad y somos responsables de lo que publicamos sobre ellos, pero si en el futuro creen que les hemos perjudicado de alguna manera por subir fotografías a Internet, podrán pedirnos explicaciones, o en el peor de los casos, incluso denunciarnos.
Muchos padres coinciden con el argumento de Fenton en que las fotos son adorables, pero no deberían ser compartidas en las redes sociales puesto que el bebé no es capaz de decidir si quiere o no enseñar su trasero en público. ¿Vosotros qué pensáis al respecto?
Foto portada | Kelli Wilson en Instagram
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