El verano es para divertirse, las fiestas locales para disfrutarlas... pero ¡cuidado con los petardos!

El verano es para divertirse, las fiestas locales para disfrutarlas... pero ¡cuidado con los petardos!
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Entrado el verano, se suceden las fiestas locales en las que bengalas, petardos y fuentes luminosas pasan de mano en mano para añadir diversión y mucho ruido a las celebraciones.

Cuando era niña no me divertían los petardos, y de adolescente no entendía la costumbre de esperar al final de las verbenas para iniciar una ‘sinfonía’ de luces y pequeñas explosiones.

Como madre procuro ser muy prudente (o quizás debería serlo más), y no he dejado que mis hijos tiraran petardos hasta que el mayor tuvo 8 y medio. Las medidas de precaución que tomo son escogerlos yo, estar con ellos cuando los encienden, y advertirles de cosas tan obvias como poco recordadas (‘no se explotan los petardos dentro de las latas’, por ejemplo). La vigilancia la hago extensiva a los niños con los que comparten estos artilugios. Participo y al mismo tiempo me arrepiento de ser tan laxa, porque la legislación europea establece en 12 años la edad para poder tirar petardos, y sin embargo un decreto de la Generalitat Valenciana la redujo a ocho, para asombro y desacuerdo del concejal de fiestas de la capital autonómica.

Y es que como ocurre con las medidas de seguridad al viajar en coche, lo que debería marcar nuestro comportamiento no es sólo la ley, sino el sentido común, que suele irse de vacaciones permanentemente. Por otra parte tengo especial interés en que cuando se quieran divertir con petardos o bengalas de más mayores, recuerden siempre que primero va la seguridad y después la diversión (la falta de la primera puede enturbiar la segunda).

Una posición ambigua, como podréis comprobar, pero ayer las noticias me sobrecogieron con la información de un niño de nueve años muerto al clavársele en la yugular un trozo de lata que había estallado junto con el petardo que contenía, fue durante las Hogueras de San Juan. El pequeño ni siquiera había participado porque le daban miedo, ¡terrible!

¡Nueve años!, es la edad que tiene mi hijo, así que me he propuesto tomarme más en serio todo este asunto, ya que durante los dos meses y medio que duran las vacaciones, estos ‘juegos’ van a estar más presentes a nuestro alrededor.

A tener en cuenta con los petardos y la pirotecnia

  • Compra los productos pirotécnicos siempre en un establecimiento autorizado.

  • Nunca hay que guardar petardos en los bolsillos.

  • Lee junto a tu hijo las instrucciones de cada artículo.

  • No se deben sujetar los petardos con las manos, ni ponerlos cerca de la cara ni del cuerpo.

  • Utiliza mechas y similares para encender el material pirotécnico. Hay que encender siempre la mecha por su extremo y retirarse.

En el caso de que un petardo no se encendiera, no lo toquéis hasta que haya pasado media hora y mojadlo
  • No hay que lanzar petardos contra nadie ni a menos de 500 metros de zonas boscosas ni en aglomeraciones de personas.

  • En los lugares donde se celebran verbenas hay que recoger la ropa tendida y los toldos, y cerrar puertas y ventanas. No se deben encender petardos en el interior de las casas ni manipularlos desde balcones ni ventanas.

Son recomendaciones de FAROS, a las que yo añadiría que no se encienden los petardos dentro de recipientes cerrados o semi cerrados sea cual sea el material, que no se introducen en agujeros antes de encenderlos (he tenido que reprender a niños que pretendían colocar el extremo en una farola), y que no se hace daño a los animales con ellos, ni siquiera a las hormigas (a ellas no les hace gracia que les destrocen su hormiguero), la crueldad no se debe permitir tampoco aunque las víctimas sean insectos.

Imagen | Miguel Rebollo Fuente | FAROS En Peques y Más | Primeros auxilios: las quemaduras

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