Ser papás, ambos machos y además adoptar un muchacho perdido no es fácil. Pero la paternidad, vista por Timón y Pumba, es una aventura, a veces cansada, pero llena de compensaciones.
Siempre me ha encantado la tercera entrega de "El Rey Leon", con ese modo de dar la vuelta a una historia ý mostrar la intrahistoria emocional y vivencial de los secundarios que son, en realidad, los protagonistas.
Una de mis escenas favoritas es la que nos muestra la forma en la que esa pareja tan particular que son Timón y Pumba se enfrentan a la paternidad . El sueño roto por los despetares del niño leoncito que quiere agua, ir al baño o ha tenido una pesadilla agota los nervios de cualquiera, pero encuentran una solucíón: "Tu Pumba es mi Pumba". Lo resuelven durmiendo juntos y apretaditos.
Es curioso encontrar estas imágenes de colecho en una película infantil y mostradas con tanta ternura. Claro que Timón y Pumba se toman la vida de una manera muy relajada: "Hakuna Matata". De otro modo no se si habrían invitado al pequeño a compartir la cama familiar.
Así que como ellos, si vuestro leoncito os necesita, recordad que no pasa nada por dejarles un hueco en vuestra cama y descansar en compañía con tranquilidad. Serán buenos sueños.
La paternidad vista por Timón y Pumba es una de mis escenas favoritas de esta película. Iré buscando otras que compartir con vosotros. Y... "soñad con bichos esta noche".
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