Los niños en cuyas casas hay dos o más estanterías con libros, tienen muchas posibilidades de ser buenos estudiantes

Los niños en cuyas casas hay dos o más estanterías con libros, tienen muchas posibilidades de ser buenos estudiantes
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Los libros en el hogar son el más importante factor predictor del rendimiento académico de los niños escolarizados, y lo son en la mayoría de los países. Esto es lo que nos cuenta (entre otras cosas) el estudio 'The Economics of International Differences in Educational Achievement' (la traducción es más o menos: 'la economía de las diferencias internacionales en los logros académicos')

El economista Eric Hanushek y su socio en la investigación Ludgar Woessman, buscaban respuestas a todo lo que dicen los objetos acerca de nosotros mismos, y querían aplicar sus descubrimientos a los indicadores de éxito escolar que se encuentran en los hogares. Dentro de un estudio denso que incluye análisis entre países, abundantes descripciones y literatura especializada, encontramos que dos estanterías de libros son indicadores fiables de que un niño en esa familia tiene muchas probabilidades de ser buen estudiante. Más que si (en contraposición) hay tableta u ordenador.

Pero cuidado porque yo creo que los primeros (los libros) no deben excluir la presencia de dispositivos electrónicos (que pueden tener funciones diferentes), ni - por supuesto - los segundos suplir el incalculable valor de los libros
Afirman también Hanushek y Woessman que los libros en el hogar son un potente indicador de la educación, posición social y situación económica de las familias con niños en cualquiera de las etapas educativas. Y aunque esto pueda parecer obvio, la frase habla también de oportunidades, porque parece claro que la presencia de libros puede responder al poder adquisitivo pero el interés de unos padres les puede hacer acudir con sus niños a la biblioteca cada semana, y en casa habrá libros aunque no puedan comprar todos los que se ven. Y en el sentido opuesto, en muchos hogares de familias acomodadas, quizás encontremos libros decorativos que no ayuden en nada a los más pequeños.

En el estudio se pudo comprobar que, por ejemplo en Inglaterra, la diferencia en los logros educativos que conseguían niños cuyas familias tenían más de dos estanterías de libros era tres veces superior a los que conseguía cualquier estudiante de media durante el año escolar en cuya casa había solo unos pocos libros.

Parece ser que la presencia de libros marca diferencias significativas en la crianza y educación de los hijos, y tiene relación con la búsqueda de otros recursos que a priori se relacionan con el rendimiento.

Eso sí, como afirman en el Canal Lector, el estudio no tiene como objetivo que nos vayamos todos a por un par de estantes y después pasemos a "quemar" la tarjeta de crédito en la librería. Más bien sería tomar consciencia de lo importante que es su presencia (la de los libros, no tanto de las estanterías) para caminar hacia una buena trayectoria académica.

En definitiva, da igual la procedencia, estatus o condición de los estudiantes, si sus padres les proporcionan libros, y a su vez leen, sirviéndoles como ejemplo. Y para finalizar, recordemos que la presencia de libros debe ir acompañada de la capacidad de dotarles de un significado relevante para nuestros hijos, en otras palabras: no son herramientas para acumular polvo.

Imagen | E.K. Carmel Vía | Canal Lector En Peques y Más | Leer beneficia a los niños en su rendimiento escolar, Las habilidades de los padres para influir en el éxito escolar: interés por los estudios de los niños e implicación activa, ¿Por qué los alumnos españoles se sitúan por debajo de los países de la OCDE?

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