Los padres no podemos ser los últimos en enterarnos de que humillan, vejan (o cosas peores) a los niños en Internet

Los padres no podemos ser los últimos en enterarnos de que humillan, vejan (o cosas peores) a los niños en Internet
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Hace una semana hablamos de uno de los últimos delitos de acoso sexual a menores a través de Internet, y aprovechamos para recordar los consejos que padres e hijos deberían seguir para reforzar la protección.

Creo que a todos nos queda claro que Internet es un medio a través del cual desarrollar excelentes herramientas que sirvan para que los niños aprendan, se relacionen y se diviertan, pero por lo visto aún nos falta enfatizar la prevención, que debería empezar sin duda por educarnos como padres para después guiar y supervisar a los niños. El delito posiblemente cometido por un varón adulto, consistió en el acoso sexual a 300 menores, que sin salir de su casa recibían propuestas de índole sexual e imágenes de pornografía. Pere Cervantes y Oliver Tauste (a quienes hemos entrevistado recientemente) se preguntan ‘¿cómo puede ser que alguien acose a 300 menores en la red… sin darnos cuenta?

Porque 300 niñas así de golpe, son muchas, no me digáis que no se os pone la carne de gallina. Cualquier padre puede ponerse al día en esto de las herramientas de la web 2.0., y obviamente tenemos la obligación de educar a nuestros hijos (o eso creo).

¿Padres anestesiados?

No puedo evitar recordar esta entrada del blog Tranki Pap@as, en la que Pere y Oliver, durante su labor de investigación de delitos a través de las TIC, observan a padres que parecen estar doblemente anestesiados.

En primer lugar suelen ser los últimos en enterarse de que su hijo / hija estaba siendo humillado o vejado en la red, por otros menores (el mejor de los escenarios en estos casos, porque también se dan casos de acoso por parte de un adulto pedófilo). También son los últimos en enterarse de que un hijo menor lleva meses hackeando cuentas de correo electrónico o extorsionando a otras personas.

También parecen anestesiados por haber vivido mucho tiempo de espaldas a las TIC y al uso que los niños hacen de ellas, es necesario un cambio de mentalidad, y creo yo que habrá poquísimas excusas para justificar esta actitud.

Podemos estar ante una generación de huérfanos digitales que están creciendo envueltos en tecnologías de las que hacen uso a diario, pero muchos de ellos sin nadie que les guíe, que les enseñe el camino y las normas básicas para no convertirse en víctimas o agresores

La gravedad del grooming

El grooming es uno de los ciberdelitos más peligrosos dentro de los –ING (grooming, ciberbullying, sexting o hacking) ya que atenta directamente contra el derecho a la libertad e indemnidad sexual de los menores.

Sus principales víctimas según los estudios son niñas de entre 15 y 17 años. Dicho de esta forma, en términos penales o jurídicos, el grooming puede parecer algo frío o distante, no obstante podemos asegurar que las ocasiones en las que un menor ha sido víctima de grooming nos demuestran la gran necesidad de que padres y educadores estén muy alerta sobre lo que hacen los hijos en Internet.

El grooming o child grooming suponen la misma conducta: el acecho de realiza un adulto a uno o varios menores a través de las TIC, principalmente Internet o teléfono móvil, con la intención final de conseguir un encuentro sexual en el que poder abusar del menor. El matiz que diferencia estos dos conceptos es que el Código Penal español, tras su última modificación en LO 5/2010, castiga específicamente el child grooming que supone el acoso sexual a menores de 13 años por Internet, según el nuevo artículo 183 bis.

El groomer comienza su acecho confeccionándose un perfil en alguna red social frecuentada por adolescentes, simulando ser otro menor de edad. Poco a poco va ganándose la confianza de menores que navegan desatendidos por sus padres, sin ninguna supervisión o como poco, bajo una supervisión poco eficiente. Pronto comenzará a pedirles fotos o videos de carácter íntimo, todo parecerá muy normal, muy divertido, "es como un juego" suelen decir a sus víctimas. Hasta que consiga la primera foto o video sexual real, a partir de ahí comienza un verdadero calvario para los menores, la sextorsión ... han caído en las redes del groomer y ya no van a poder salir, al menos no sin pedir ayuda
Detección grooming 2

¿Se puede detectar si nuestro hijo está siendo objeto de grooming?

Pere Cervantes asegura que ‘los menores no están lo suficientemente vigilados en Internet y es necesario una mayor toma de conciencia por padres y educadores para combatir este problema’.

En Tranki Pap@as, encontramos que – además de establecer un adecuado control en la navegación de los menores – debemos tener en cuenta que el acoso puede exteriorizarse en cambios de conducta (el primer indicio de que algo está ocurriendo).

Creo que cualquier cambio duradero en costumbres, hábitos y conducta que nos resulte imposible de contextualizar, debe ser objeto de atención por parte de los padres

En especial podemos fijarnos en: modificaciones inexplicables de sus rutinas, disminución de rendimiento escolar, ansiedad, pérdida de confianza en uno mismo, aislamiento familiar y social, actitud hostil.

Sinceramente creo que para poder disfrutar con las posibilidades de Internet, primero deberíamos cercionarnos de que todos entendamos el concepto de seguridad. No perdamos el objetivo de una red más segura y más sana, educando a nuestros hijos también ayudamos a otros niños aunque sea de forma indirecta.

Imágenes | Wolfgang Lonien, "Peter" Fuente | Tranki Pap@s En Peques y Más | Consejos para proteger a nuestros hijos del ciberacoso y el grooming

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