Películas antiguas para niños: Juegos de guerra (Wargames)

Películas antiguas para niños: Juegos de guerra (Wargames)
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La película Wargames o Juegos de guerra fue la forma en la que muchos de los niños y jóvenes de mi generación nos aficionamos a los ordenadores y a las posibilidades que ofrecían. Aunque claro, entonces no sabíamos cómo evolucionaría, especialmente Internet. Y eso que en Juegos de guerra ya se presentaba la red que conectaba a las máquinas aunque estaba lejos de ser tan popular y tan generalizada como es en la actualidad.

El argumento de Juegos de guerra es sencillo, se trata de un adolescente que se dedica a conectarse a cualquier computadora que puede desde su casa y aprovecha para modificar datos, por ejemplo, las notas de clase, las facturas de casa y los importes de los viajes en avión. Y cuando decide buscar más máquinas es cuando se encuentra con algo llamado Joshua que a su vez gestionaba una cosa llamada WOPR (que mira que aquello nos sonaba a publicidad) y casi se desata la tercera guerra mundial. Es una época, el año 1983 en el que está ambientada la película, donde todavía los rusos eran los malos y los norteamericanos los buenos. Quizá esa sea la parte en la que más se nota que ha pasado el tiempo porque en el resto se puede ver cómo era la tecnología de la época, más cerca entonces de la llegada del ser humano a la luna que de la llegada del Curiosity a Marte.

En Microsiervos dicen que ha envejecido con dignidad aunque hay cosas simpáticas:

como el acoplador acústico, las cabinas telefónicas o la moda del aeróbic

Aunque yo creo que ahora tenemos el whatsapp, los teléfonos móviles en las mesas de los restaurantes y los fans de correr sin parar, tipo Forrest, y de pedalear por las aceras tocando el timbre. Que seguro que también pasará de moda o al menos eso espero.

La película está dirigida por John Badham (el director de Fiebre del Sábado Noche) y protagonizada por Matthew Broderick que era como nuestro héroe de la adolescencia porque se metía en unos líos tremendos aunque hacía cosas chulas desde su habitación. Además consigue acceder a las instalaciones del ejército y casi, casi desencadena la tercera guerra mundial. También tenía una amiga (Ally Sheedy) que era lo que todos queríamos tener entonces para contarles nuestros éxitos con los ordenadores y los videojuegos. Y es que eso también ha cambiado y los jóvenes actuales cambian de amigos con facilidad mientras leen y escriben en el teléfono móvil.

La película tiene ritmo y se puede ver en familia. La recomiendo para peques que ya han superado los diez años aunque les tendréis que explicar algunas cosas que para ellos resultarán absurdas en los tiempos que corren. En todo caso una película que tuvo un gran guión, que resultó perfecta en la época y que aunque muestra la estética de los ochenta sí es cierto que se ve un cambio generacional entre los padres aburridos y los jóvenes dinámicos, irresponsables aunque muy valientes y dispuestos a cambiar el mundo (aunque se pasan un poco).

Y para finalizar, recordamos la lección más importante de la película que aprende Joshua después de practicar con el tres en raya y antes de jugar (?) a la guerra nuclear:

"es curioso, el único modo de ganar en este juego es no jugar"

Más información | Microsiervos Imágenes | Marcin Wichary

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