Los pendientes en el bebé: qué métodos existen para hacer los agujeros, cuándo es el mejor momento y qué tener en cuenta

Los pendientes en el bebé: qué métodos existen para hacer los agujeros, cuándo es el mejor momento y qué tener en cuenta
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Aunque hasta hace unos años era una tradición común e incuestionable, en la actualidad, poner o no pendientes a las niñas genera una gran controversia.

Hay padres y madres que por diversos motivos deciden hacer a sus hijas los agujeros cuando son bebés, mientras que otros prefieren esperar a que  crezcan para que ellas mismas tomen la decisión, puesto que se trata de algo que afecta a su propio cuerpo.

Pero en este artículo no vamos a reflexionar sobre este asunto tan personal, sino a informar a aquellas familias que están pensando en poner pendientes a sus bebés sobre los diferentes métodos que existen, así como aspectos que deben tenerse en cuenta para una experiencia positiva.

Para ello, hemos contado con el asesoramiento de Carla Quintana, matrona y responsable del proyecto Matrona para mí. Carla además es especialista en la colocación de pendientes en recién nacidos y bebés, y dirige a un amplio equipo sanitario especializado en este tema y que ofrece sus servicios en cualquier punto de España.

Por eso, y dados sus conocimientos, profesionalidad y trayectoria, creemos que es la persona más indicada para aclarar todas las dudas que suelen surgirles a los padres que toman esta decisión.

¿Qué métodos existen para poner los pendientes a un bebé?

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Hasta hace relativamente poco tiempo, las madres que acababan de dar a luz y deseaban poner pendientes a sus bebés tenían la opción de hacerlo en el propio hospital, antes de recibir el alta. Poco a poco, esta costumbre ha ido desapareciendo hasta el punto de que ya no es tan habitual encontrar este servicio hospitalario.

Es por ello, que las familias que desean poner pendientes a sus hijas se encuentran con el dilema de dónde acudir, cuándo es el mejor momento de hacerlo o qué método es el más recomendable.

En este sentido, Carla Quintana nos habla de los cuatro métodos más habituales para poner los pendientes al bebé:

Perforar el lóbulo con el propio pendiente

Hace unos años era quizá el método más utilizado, especialmente cuando los pendientes los ponían las propias enfermeras o matronas en los hospitales. De este modo, y con el mismo pendiente que la madre había comprado o le habían regalado para el bebé, la matrona perforaba el lóbulo de la oreja.

Carla es totalmente contraria a este método por dos razones:

"Por un lado, no es un método higiénico, pues no solo el pendiente no es estéril ni hipoalergénico, sino que además se está manipulando con las manos la orejita del bebé".
"Por otro lado, es muy impreciso ya que el agujero se hace a pulso y sin analizar las peculiaridades de cada orejita, visualizar como quedará ese agujero en un futuro cuando la oreja crezca, o tomarse tiempo en pintar el lugar exacto en el que se va a perforar"

Perforar el lóbulo con una pistola

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Este es el método utilizado actualmente en la mayoría de las farmacias. Consiste en emplear una pistola que perfora el lóbulo de la oreja con ayuda de una aguja que se inserta a presión.

Su principal ventaja con respecto al anterior es que permite colocar pendientes de acero quirúrgico hipoalergénico, pero en opinión de la matrona tiene también importantes desventajas.

"Dejando a un lado el hecho de que la pistola no es un utensilio estéril, el principal y gran inconveniente de este método es que es sumamente impreciso, pues se utilizan pistolas grandes para una orejita diminuta, lo que dificultan poder hacer diana en el sitio correcto"

De este modo, hay que tener una gran práctica y pericia para saber cómo colocar la pistola para que el agujero quede correctamente centrado en base a la forma de la orejita que tenga el bebé.

"Tengo muchas consultas de madres que me piden rehacer los agujeros de las orejas de sus bebés porque quedaron muy descentrados cuando se los hicieron con pistola"

Pero además, la pistola es un artilugio que resulta incómodo para el bebé pues hay que inmovilizarle la cabeza para impedir que se mueva, aparte de emitir un fuerte sonido que puede llegar a asustarles.

Perforar el lóbulo con una aguja

El abbocath es otro sistema a menudo empleado. Se trata de un instrumento compuesto por una aguja y un tubito de plástico hueco en la parte superior. Al perforar el lóbulo con la aguja, el tubito de plástico se queda dentro y a través de él se introduce y desliza el pendiente. Una vez que se haya puesto la rosca, el plástico se retira.

Para Carla, el principal inconveniente de este método es que se requiere de tiempo para poner el pendiente y ajustarlo correctamente, y "cuando hablamos de bebés que se están moviendo constantemente, la idea de tener que estar manipulando pendientes y roscas no es la mejor".

Sistema a presión

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Y por último, existe un cuarto sistema que para la matrona es el más novedoso e idóneo para el bebé. Se trata de perforar el lóbulo mediante un discreto aparato a presión y sin motor, similar a una grapadora.

"Este sistema tiene dos grandes ventajas: por un lado, se trata de un aparato muy pequeño que se adapta perfectamente a la orejita del bebé, por lo que permite la máxima precisión a la hora de hacer el agujero"
"Por otro lado, es un sistema completamente estéril, ya que el aparato viene envasado en un paquete individual, estéril y con el pendiente de acero quirúrgico precargado. De este modo, no hay que tocar la orejita más de lo necesario, ni manipular los pendientes" - explica Carla.

Además, el pendiente cuenta con una tuerca a presión que no molesta al bebé y que no puede desprenderse de manera accidental.

¿Cuándo es la edad idónea para poner los pendientes al bebé?

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En torno a esta pregunta, hay dos mitos muy extendidos y curiosamente opuestos.

Uno de los mitos es el que asegura que el bebé debe tener al menos tres meses para poder ponerle los pendientes con mayor precisión. Este mito está especialmente ligado al sistema de perforación con pistola.

"En muchas farmacias se les dice a los padres que los pendientes no se pueden poner hasta que el bebé tiene más edad, ya que el lóbulo crece y el agujero podría quedar descentrado".
"Pero esto no tiene sentido, pues precisamente el lóbulo de la oreja es una de las partes del cuerpo que crecerá durante toda la vida, por lo que atendiendo a este criterio, nunca sería buen momento para hacer el agujero"- argumenta la matrona.

Otra creencia popular es que los agujeros para los pendientes hay que hacerlos "cuanto antes, para que al bebé no le duelan".

"Los bebés sienten, y aunque el lóbulo de la oreja es una zona con pocas terminaciones nerviosas, no es una zona sin sensibilidad", explica Carla Quintana.

Sin embargo, hay dos puntos importantes que facilitan esta tarea cuando se hace en las primeras semanas, o incluso días de vida:

  • El lóbulo de la oreja al principio es muy fino y fácil de atravesar. Sin embargo, a medida que el bebé va creciendo la zona se irá endureciendo.
  • El bebé se mueve menos, por lo que es más fácil trabajar sin incomodarle.
"No obstante, yo siempre digo que no hay una edad ideal sino un momento ideal, y ese lo marcan los padres. Los padres deben estar convencidos con su decisión sin que la edad del bebé sea un factor determinante, porque los pendientes pueden ponerse en cualquier momento" - puntualiza la matrona.

¿Qué aspectos deben tenerse en cuenta a la hora de hacer los pendientes al bebé?

Una vez analizados los métodos y momento más idóneo para colocar los pendientes al bebé, la matrona nos ofrece los siguientes consejos a tener en cuenta:

1) Precaución e higiene en el procedimiento

Como hemos mencionado, la higiene en todo el proceso es fundamental para evitar infecciones o molestias tras la puesta del pendiente. Para ello, la persona que vaya a poner los pendientes deberá lavarse o desinfectarse las manos previamente, así como desinfectar la orejita del bebé.

2) Pendientes hipoalergénicos y con cierre de seguridad

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Carla recomienda utilizar siempre pendientes hipoalergénicos de acero quirúrgicos. Estos pendientes no solo evitan reacciones alérgicas en la piel del bebé, sino una cicatrización rápida y sin complicaciones.

"Por contra, los pendientes fabricados en otros materiales como el oro o la plata pueden causar alergia en la piel del bebé, sobre todo cuando hay una herida que debe cicatrizar previamente"
"No recomiendo poner pendientes de oro a un bebé, y mucho menos si se trata de sus primeros pendientes"

Pero además de ser respetuosos con la piel del bebé, los pendientes hipoalergénicos llevan un cierre de seguridad a presión que evita que el pendiente se salga accidentalmente.

"En cambio, los pendientes de oro cierran con un sistema de rosca que es muy difícil de manipular dado su reducido tamaño. Esto hace que muchas veces el pendiente no esté bien apretado o que con el paso del tiempo, el baño o el roce de la ropa la rosca se acabe aflojando"
"Cuando esto sucede el problema no es que el pendiente se pierda, o que cuando nos demos cuenta de que falta, el agujero ya se haya cerrado, sino que el bebé lo encuentre en la cuna, lo coja y se lo meta en la boca"

3) Es un proceso que lleva tiempo

Poner pendientes a un bebé requiere de experiencia, tiempo, dedicación, paciencia y mimo. En este sentido, Carla recomienda huir de sitios que no estén especializados en este tema y que no muestren sensibilidad hacia el bebé y sus necesidades.

"No se pueden poner los pendientes a un bebé con prisa o con la premura de tener a otro cliente esperando para ser atendido por otro tema. Se trata de un proceso que lleva su tiempo y que debe ser completamente personalizado" - recalca la matrona.

4) La prioridad debe ser siempre el bebé

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Por último, Carla nos recuerda que siempre que hay un bebé, la prioridad debe ser atenderle y procurarle un ambiente lo más sereno, relajado y plácido posible.

"Debemos ser nosotros quienes nos adaptemos al bebé y a sus necesidades, y no la inversa. No se recomienda inmovilizarle la cabeza o causarle tensión, sino procurar siempre que el bebé se sienta cómodo, confiado y tranquilo"

Es por ello que Carla ofrece sus servicios a domicilio porque "no hay sitio en el que el bebé se sienta más seguro que en su propio hogar, en su entorno familiar y con sus padres al lado".

Igualmente, para aliviar las molestias la matrona recomienda recurrir a la tetanalgesia si se está dando el pecho, ofrecerle el biberón o distraerle con juguetes si es un poquito más mayor. Además, cada vez más profesionales como ella optan por utilizar un poquito de crema anestésica previa al pinchazo para mitigar el dolor.

En resumen...

La opción de poner pendientes al bebé es muy personal y debe ser respetada. Si finalmente optas por hacerle los agujeros a tu peque, asegúrate de escoger un sitio de confianza con profesionales especializados en este tema, que traten al bebé de manera respetuosa y ofrezcan un servicio higiénico e hipoalergénico que ayude a prevenir cualquier complicación.

Fotos | Portada (iStock); Foto 1 (Foto de Goda Morgan en Pexels); Foto 2 (Foto de Goda Morgan en Pexels); Foto 3 (@matronaparami); Foto 4 (Pexels)

Agradecimientos | Carla Quintana 

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