¿Pueden mantener la creatividad los músicos cuando dejan de ser niños?

¿Pueden mantener la creatividad los músicos cuando dejan de ser niños?
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Estos días de verano me da algo de tiempo para escuchar la radio en el coche y como uno está harto de oír noticias desagradables pues me elijo una emisora musical. En Radio 3, el programa de José Miguel López, Discópolis, llevan un par de semanas hablando de la Década dorada del Rock, desde 1966 hasta 1975. José Miguel López mantiene la tesis de que en la década comprendida entre 1966 y 1975 se hizo la mejor música de la Historia del Rock, porque entonces se trataba de avanzar, de progresar, de ir hacia adelante y de que cada disco fuera mejor que el anterior. El locutor cree que no se buscaba conseguir o definir una marca, como parece que sucede en la actualidad, sino que desarrollaba la creatividad musical.

Y eso es un poco de lo que quería hablar. ¿Cómo mantienen la creatividad los músicos cuando dejan de ser niños? También leía en Yorokobu unas anotaciones sobre Jack White, que básicamente explica que la ruitna es la enemiga de la creatividad y que por eso en cada concierto el músico se pone retos, obstáculos, se anticipa a lo que pueda ocurrir y le gusta superar las pruebas en el caso de que sucedan. Su reto es trabajar duro y añadir tensión utilizando recursos que puedan facilitar la creatividad. Jack indica que cuando sale al escenario y todo está perfectamente preparado lo que se puede conseguir es un concierto aburrido.

¿En qué otros músicos nos podemos fijar para ver cómo se mantiene la creatividad con el paso del tiempo?

Por ejemplo, en la imagen se puede ver a Juan Perro, el nombre que ha elegido Santiago Auserón. La carrera musical de Juan Perro está llena de éxitos, y es tal el esfuerzo y el trabajo que le dedica este músico que sus canciones, de cualquier época, se mantienen vivas, frescas, alegres, honestas y además permiten nuevos desarrollos y adaptaciones según lo sienta y lo ejecute el artista. Tuvimos ocasión de ver recientemente a Juan Perro en directo. Una actuación en un teatro pequeño, de esos que todavía se nota el contacto con el público aunque todo el mundo sabe quién es el protagonista. Y el momento creativo, al menos uno de ellos, llegó cuando Juan Perro se dio cuenta de que la acústica del teatro le permitía cantar sin micrófono. Y para cantar sin micrófono, desnudo de acompañamiento salvo la guitarra de Joan Vinyals, su propia voz y el ondular de su cuerpo sin caer en el ridículo hace falta tener mucha trayectoria, mucho talento y estar muy cerca de la excelencia.

Otro ejemplo de talento y creatividad es Bruce Springsteen que a pesar de que sus conciertos suenen demasiado perfectos y redondos su capacidad de aguantar horas en el escenario y su experiencia es tal que los músicos son capaces de arrancarse con cualquier canción y sobre todo de seguir a su jefe donde lo considere.

Y sí, hay conciertos aburridos que aunque los músicos sean maravillosos, valientes y con gran trayectoria, sin embargo no transmiten. Son aburridos, sin sustancia y capaces de crear un muro opaco enorme entre el escenario y el público. Cuando ves que a un músico que has admirado y querido le llega ese momento te apena y te genera tristeza.

Y es que la creatividad surge del trabajo, del esfuerzo, de la dedicación, de la experiencia y también hay que arriesgarse, ver las posibilidades como dice Jack White y atreverse a ejecutarlas como hace Juan Perro. Y ser persistente y perdurar como hace Bruce Springsteen.

Así que para estimular la creatividad de los peques podéis elegir buena música, buenas canciones, buenos artistas. Esa década que comentaba José Miguel López exige una revisión y una obtención de alguno de los discos de aquella época. En casa tenemos alguno de ellos y siempre que podemos no perdemos la ocasión de programarlos. Quizá se estimule algún rincón de la creatividad de los peques. Y eso siempre es muy interesante.

En Peques y Más | Josele Santiago y Coque Malla en La Casa Encendida Imagen | Thundershead

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