¿Quieres celebrar Halloween con seguridad? Empecemos por los disfraces

¿Quieres celebrar Halloween con seguridad? Empecemos por los disfraces
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Estamos a sólo tres días de disfrutar la noche de Halloween, y creo que es necesario que tengamos en cuenta unos detalles concernientes a la seguridad, a la hora de preparar la celebración. Como sé que muchos tenéis niños ya grandes que empiezan a salir con sus amiguitos, y querrán ir solos a pedir dulces por las casas, nos ocuparemos de este aspecto (pero mañana), dando consejos para que vosotros estéis más tranquilos y ellos se sientan más seguros de sí mismos.

También hablaremos sobre las cosas a tener en cuenta si organizamos la fiesta en casa, y lo haremos el jueves… con tiempo suficiente para que reviséis cada uno de los elementos que habéis preparado . Y hoy nos ocuparemos de los disfraces, porque tengan la edad que tengan los niños, no podemos comprar atuendos con los que después se puedan cortar, les resulten muy incómodos, o estén fabricados con materiales tóxicos. Vamos con algunas recomendaciones, todas de sentido común, pero todos sabemos que con las prisas de última hora es difícil prestar atención a este sentido, aunque por otra parte seguro que a todos nos interesa que los disfraces que lleven los nuestros no nos vayan a dar ninguna sorpresa desagradable.

Compra segura:

  • El etiquetado de los productos debe especificar la edad a la que se destinan, en la etiqueta constaran: edad recomendada, consejos de seguridad y empresa responsable. También nos aseguraremos de que las etiquetas estén en castellano.

Cualquier artículo (pelucas, otros complementos, disfraces, elementos externos), que vaya dirigido a menores de 14 años, está considerado como juguetes, y como talla legislación de aplicación es la misma que para esos objetos lúdicos. Deben llevar el etiquetado CE, advertencias de uso, y un código de identificación (por si hay reclamaciones y se debe retirar del mercado). En caso de que vayan destinados a mayores de 14 años, cumplirán con el etiquetado general de prendas textiles, incluyendo composición, datos del fabricante, comerciante o importador, y número de registro industrial.

  • Si se compra en comercios adscritos al Sistema Arbitral de Consumo (se distinguen con el logotipo correspondiente), después será más fácil realizar reclamaciones o pedir devoluciones. Por supuesto, conservaremos facturas, tíquets o justificantes de compra como justificante (y estos deberán incluir nombre y CIF del establecimiento).

Disfraces que sienten bien:

No me refiero a que estén más o menos guapos (que siempre lo estarán), sino a tener en cuenta: que el disfraz no se arrastre por el suelo (para evitar caídas), o que se adapte bien al cuerpo del niño; que los disfraces para niños muy pequeños y bebés, no incluyan piezas diminutas que se puedan desprender y ser ingeridas. Y los sombreros mejor si ajustan bien para que no se deslicen hacia atrás cayendo al suelo, o hacia delante, tapando la cara.

No me dejo los zapatos que tienen que ajustar bien

Cuando van destinados a menores de siete años, no pueden contener puntas o bordes cortantes, o cordones en la zona del cuello (evitando así estrangulamientos).

Disfraces 2

La seguridad prima sobre la diversión:

En las tiendas veréis como guadañas, lanzas, o espadas de plástico duro van siendo sustituidas por otras blandas y flexibles, de esta forma las posibilidades de lesiones se reducen

Pero además prestaremos atención a que las caretas, máscaras o pelucas, tengan buena ventilación y orificios para ojos - nariz - boca; los materiales deben ser transpirables. De esta forma evitaremos el riesgo de asfixia. Cuando hablamos de niños, podemos escoger un buen maquillaje (como esta calavera mexicana) a cualquier máscara, aunque tengamos que dedicar más tiempo, esto es más cómodo y entraña menos peligros, siempre (eso sí) que hablemos de cosméticos no tóxicos e hipoalergénicos, y que no estén caducados.

Por otra parte los materiales con los que se confeccionan los disfraces no deben ser inflamables, esto consta en el etiquetado; los tejidos más adecuados son el poliéster y nylon por ser más resistentes al fuego.

Vamos ahora con otros complementos específicos: esos que se colocan en la cara:

  • Los colmillos o dentaduras podrían contener elementos químicos contaminantes como el plomo de la pintura con la que se ha acabado. Además no los considero adecuados para niños menores de 10 años, no vaya a ser que jugando se rompa un trozo de diente y lo ingieran, con el riesgo de atragantamiento.

  • Esos productos que simulan la sangre de una herida: comprobemos que los ingredientes son aptos para la ingestión (si no hay etiqueta explicativa yo no lo compraría)

  • Cualquier lente de contacto debe ser adquirida en una óptica, previa supervisión del profesional correspondiente. A veces se encuentran paquetes con lentes decorativas indicando que no es necesario el control del especialista, o que son de talla única, pero hacer caso de estas especificaciones es peligroso. Y esto es por que su uso podría causar inflamación, infecciones, o simplemente (que ya es mucho) dolor.

Recordad que es posible comprar ciñéndonos al presupuesto y (a la vez) vigilando la seguridad, también que podemos conseguir un buen disfraz rebuscando en los cajones de casa y pidiendo a los padres de los amigos de nuestros hijos. Pero ante todo tengamos en cuenta que los riesgos se deben evitar.

Y como os he dicho mañana seguimos, con esos niños grandes que empiezan a explorar el mundo por su cuenta y ya no quieren que les acompañes a pedir dulces por las casas. Serán más consejos que nos vendrán bien a todos.

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