Si tú no ayudas a alimentarlos, ¿quién lo hará?

Si tú no ayudas a alimentarlos, ¿quién lo hará?
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Hoy he dado por casualidad con esta impactante imagen. Se trata de un anuncio publicitario de Concordia Children's Services, un centro que acoge y educa a niños huérfanos, abandonados y maltratados hasta que son destinados a un hogar definitivo.

El texto que acompaña a la imagen dice: "If you don't help feed them, who will?" (Si tú no ayudas a alimentarlos, ¿quién lo hará?).

De esta campaña, observando la imagen y el texto, extraigo tres posibles objetivos:

  • Solicitar ayuda económica o voluntaria para ayudar a conseguir recursos para todos los niños desamparados que llegan a este centro infantil.
  • Prevenir que suceda, es decir, si como padres no alimentamos a nuestros hijos, si no les ofrecemos el calor de nuestros brazos, el cariño que merecen y si no respetamos su integridad física y emocional probablemente nadie en el mundo lo hará.
  • Promover la lactancia materna. El amamantamiento supone un intercambio de oxitocina entre madre e hijo que ayuda a la creación del vínculo afectivo. Los niños cuyas madres establecen el citado vínculo están más protegidos frente a posibles maltratos (sé que suena duro, pero es una de las razones por las que los grandes organismos defienden y promueven la lactancia materna).

Imagino que el objetivo real de la campaña es la primera de las tres opciones, sin embargo me voy a centrar en el segunda (e indirectamente en la tercera) pues es la me ha venido a la mente al ver la foto.

Durante mucho tiempo se ha pensado que el maltrato o el abandono a los niños es algo exclusivo de las clases sociales más desfavorecidas, sin embargo vemos cada vez más a menudo casos de niños gravemente heridos (e incluso fallecidos) pertenecientes a clases sociales acomodadas. Y esto es algo que no debería suceder jamás, ni en las familias ricas, ni en las pobres.

Sé que caigo a menudo en la ilusión, quizá utópica, de que la sociedad en la que vivimos cambie. Estamos tan inmersos en el capitalismo, tan acostumbrados a las comodidades, a pagar por ellas, a delegar funciones en los demás y a recibir favores que creemos que debemos recibir siempre olvidando que también hay que saber dar y saber pensar en los demás.

En la entrada del nuevo libro de Laura Gutman pudisteis leer esto mismo. Todo aquello que no hemos superado y que arrastramos de nuestra infancia nos impide volcarnos y vaciarnos en nuestros hijos, algunos de manera tan incapaz que nunca conectan emocionalmente con ellos aumentando el riesgo de maltrato físico y/o psicológico.

Respetemos a los bebés y tratemos de entender que tener un hijo es una gran responsabilidad, pues tenemos sus vidas en nuestras manos. De nosotros depende su devenir.

Vía | Inventorspot En Bebés y más | Las cifras del maltrato infantil, El maltrato infantil es el recurso que algunos padres tienen para desahogarse de su estrés laboral, Vídeo: los niños son nuestros maestros

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