¿Sabías que las niñas son más propensas a padecer pediculosis?

¿Sabías que las niñas son más propensas a padecer pediculosis?
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En mi Comunidad Autónoma ya hace unos días que empezaron las clases, e imagino que será cuestión de tiempo que los niños traigan en la mochila la primera nota para informarnos de que hay algún caso de pediculosis en el colegio, y que revisemos la cabeza de los peques.

No es que los piojos aparezcan al mismo tiempo que los peques van a la escuela, pero las altas temperaturas les son favorables, y además el hecho de que haya muchas personitas que hacen diferentes actividades juntas, favorece la transmisión. Eso sí, recuerdo que estos minúsculos insectos ni saltan ni vuelan, y si pasan de unas a otras cabezas “como Pedro por su casa”, es porque estas cabezas están juntas (pintando, jugando, etc.).

Recientemente el doctor Jesús García Pérez (jefe de la Unidad de Pediatría Social del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús), explicaba que la pediculosis suele ser más frecuente en niñas, y entre los tres y 11 años de edad. Lo de las niñas puede (sólo puede, ya que la razón no está clara) explicarse por la longitud del pelo

Ya sabéis que a partir de ahora, si llega el papelito del cole, o vuestros hijos se rascan - y se rascan mucho porque el picor no desaparece con el rascado -, es hora de revisar concienzudamente la cabeza para ver si escondidos en la base de los cabellos, encontramos a estos desagradables bichitos que parasitan el cuero cabelludo de niños y mayores. Generalmente son grises o marrones, o de color marrón grisáceo, y en la edad adulta no son más grandes que una semilla de sésamo.

Eso sí, son inconfundibles entre otras cosas porque se sujetan la mar de bien al pelo, lo mismo que los huevos vacíos (blancos) que no caen como lo hace la caspa

Parece que las zonas de la cabeza con mucha sudoración favorecen la existencia de los piojos, y entre estas se encuentran la parte de detrás de las orejas o la zona occipital. Estén dónde estén, es muy importante tratar a los afectados para evitar que la epidemia se siga transmitiendo.

Para ello, el doctor García Pérez aconseja la permetrina al 1,5 por ciento (lociones o champú): tras la primera aplicación, es conveniente tapar la cabeza con un gorro de baño o bolsa para intoxicar al animal, y dejar unos 10 o 15 minutos. Después del aclarado se repite el proceso usando champú de permetrina, y se cepilla con lendrera para arrastrar piojos y liendres muertas. El tratamiento se repetirá otra vez tras siete o diez días, así nos aseguramos de que no se hayan reproducido en el caso de haber sobrevivido alguna lineare.

Si se va a utilizar vinagre (ayuda a desprender las liendres), se disolverá con un poco de agua, y se aclarará el pelo con la misma solución tras lavado.

Para prevenir la transmisión, no sólo es necesario tratar los afectados, sino también desinfectar o desechar todos los objetos que hayan estado en contacto con su cabeza: toallas, peines, coleteros, auriculares, gorras, cepillos, horquillas, pañuelos, diademas, etc.

Imagen | Adrián Merinero Sánchez Vía | La Opinión En Peques y Más | ¡Atención! ¡Piojos en clase!, Tratamiento de la pediculosis desde el hogar, indicaciones para mejorar las infecciones por impetigo y pautas para cuidar una piel con acné. Entrevista con la doctora Agustina Segurado

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