Recuerdo el parto de mi hijo Lucas, la cosa se puso seria cuando deje de empujar en algunas contracciones. Mi matrona se disgustó bastante y me riño como a una niña pequeña, en tono estricto me dijo “No me pierdas más contracciones, empuja”, a esto se le añadían los “empuja, empuja” de todos los presentes en la sala de parto.
Creo que todas la que hemos pasado por un parto conocemos el significado real de la palabra “empujar”. Pues bien, parece que empujar no trae muchos beneficios en el periodo de expulsión.
Así lo afirma un ensayo clínico realizado en la Centro Médico de la Universidad de Texas (EE UU) publicado en American Journal of Obstetrics and Gynecology que concluye que animar a las mujeres a empuja durante las contracciones no disminuye significativamente la duración del parto. Al contrario encontraron que empujar puede aumentar el riesgo de problemas en la vejiga urinaria y el suelo pélvico. Steve Bloom autor principal del estudio y jefe e Obstetricia y Ginecología del Centro Médico de la Universidad de Texas asegura que es mejor para la parturienta hacer lo que le haga sentir mejor.
Para el estudio, los investigadores se enfocaron en la segunda parte del parto, el momento en que el cuello del útero está dilatado y el bebé comienza a descender. . En la investigación participaron 320 mujeres que iban a dar a luz por primera vez, tuvieron embarazos sin complicaciones y no recibieron anestesia epidural. De ellas, aleatoriamente, 163 fueron animadas a empujar 10 segundos durante cada contracción y a las otras 157 se les dijo que hicieran lo que les resultara más natural. En las del primer grupo, la duración de la segunda fase del parto se acortó de promedio unos 13 minutos, de 59 a 46 minutos.
Vía | El País Estudio | A randomized trial of coached versus uncoached maternal pushing during the second stage of labor (abstrac)