Cuesta creer que una mujer no sepa que está embarazada, pero los casos son más habituales de lo que creemos. Pero más increíble aún es que haya acudido al médico cinco veces por dolores en el abdomen y en la espalda y que ninguna de las veces le hayan realizado una prueba de embarazo.
A Carolina, una mujer de Málaga de 38 años que sufre obesidad mórbida, le habían dicho que no podría quedar embarazada. Por eso, al acudir tanto a urgencias como al centro de salud le diagnosticaron lumbalgia y un bulto de grasa, pero lo que tenía la mujer era un embarazo de gemelos. En su última visita lo descubrieron porque la mujer ya se había puesto de parto.
La primera visita al médico fue en junio, cuando la mujer le comentó a su médico de cabecera que había aumentado de peso, se le había retirado la regla y tenía dolor de piernas. Pero a ninguno se le cruzó por la cabeza un posible embarazo.
En la siguiente visita a urgencias por fuertes dolores en el abdomen e inflamación en las piernas, le diagnosticaron insuficiencia venosa y lumbalgia, "y la enviaron a casa sin hacerle ni una prueba", comenta Gonzalo, su marido.
El mismo diagnóstico le dieron en las otras tres visitas, además de decirle que tenía un "bultoma de grasa" en la parte baja del abdomen. La mujer rogó llorando que le hicieran una analítica y acabaron haciéndosela, pero no le dió tiempo a buscar los resultados porque se puso antes de parto.
Un parto por sorpresa
Acudió a urgencias con muchísimo dolor y tras examinarla, detectaron un bulto en la zona del vello púbico. Le hicieron varias pruebas, entre ellas también la de embarazo, por primera vez. El resultado dio positivo.
La sorpresa de la mujer y la de su marido fue mayúscula, puesto que ya tenían asumido que no podría quedar embarazada debido a su obesidad. Pero el shock fue a más al saber que ella había dilatado y que sus bebés estaban a punto de nacer.
Le realizaron una cesárea de emergencia en la que nacieron dos niñas que pesaron 2.434 y 2.160 gramos. Las niñas están en perfecto estado y la madre ingresada en la UCI puesto que según la abogada de la familia sufrió un coágulo en la cabeza, entre otras complicaciones derivadas del parto por cesárea.
La familia ha presentado ya una denuncia por posible negligencia médica contra los médicos que la asistieron, contra el Clínico (el hospital donde a atendieron) y contra el Servicio Andaluz de Salud. Piden que se abra una investigación para esclarecer los hechos. Mientras tanto, las bebés esperan que su madre, que evoluciona favorablemente, se recupere completamente y pueda volver a casa.
Vía | Diario Sur
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