Practicar taichi con el bebé

Practicar taichi con el bebé
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El taichi es una disciplina milenaria que ha demostrado ser eficaz para la prevención y tratamiento de distintas patologías, pero también es beneficiosa en cualquier etapa de la vida en personas sanas. Practicar taichi con el bebé es un ejercicio con múltiples beneficios para la madre y para el pequeño.

Después de dar a luz, cuesta encontrar tiempo para hacer gimnasia. Probablemente si éramos aficionadas al taichi con anterioridad no nos resultará tan complicado volver a buscarle un hueco tras la maternidad. Pero, sea así o se trate de la primera vez que nos acercamos a esta técnica, será más fácil si la concebimos como un ejercicio junto a nuestro bebé.

Las madres pueden practicar taichi con el bebé después de unas semanas tras el parto (evidentemente, la recuperación es más lenta si ha habido cesárea). Recordemos que la vuelta al ejercicio después de haber dado a luz ha de ser gradual, y en ese sentido el taichi es una disciplina muy adecuada, ya que se basa en ejercicios lentos y sencillos, que requieren poco esfuerzo físico.

Los movimientos armoniosos, continuados y circulares pueden hacerse con el bebé sujeto al pecho en un fular o en una mochila portabebés. Conforme el bebé va cogiendo peso, será más complicado practicar taichi de manera cómoda, pero tienen que pasar muchos meses para llegar a esa situación.

Algunas mamás se sentirán más seguras sin cargar al bebé, y pueden hacer taichi con el pequeño al lado. Para otras, será más cómodo llevar al bebé al pecho, sintiéndolo más cerca y estableciendo contacto visual con él.

Finalmente, también puede haber quien se desenvuelva mejor con el bebé a la espalda. El caso es que mantengamos el equilibrio sin dificultades, buscando la manera más cómoda y segura para nosotras y para el bebé, aunque ello suponga saltarse algunas de las posturas.

Lo habitual es que al principio, cuando el bebé pesa poquito, la madre se mueva sin esfuerzo, casi como si flotara. Los movimientos del taichi desarrollan la coordinación, mejoran la estabilidad postural y favorecen la percepción del propio cuerpo. Vamos cuáles son los principales beneficios de practicar taichi con el bebé, que se dan tanto a nivel físico como psicológico.

Madre y bebé taichi

Beneficios de practicar taichi con el bebé

  • Los movimientos circulares del taichi realizados sin rupturas desentumecen las articulaciones suavemente y tonifican los músculos sin esfuerzo, gracias a que activan la circulación de la sangre y regulan la tensión arterial. Esto es importante durante el postparto, cuando articulaciones y músculos pueden estar resentidos de los cambios durante el embarazo.
  • La respiración abdominal mantiene el abdomen flexible y el pecho relajado, convirtiéndola en una respiración profunda, lenta, uniforme y suave, aportando un mayor equilibrio en el funcionamiento del sistema respiratorio.
  • El taichi también favorece la digestión, ya que sus movimientos activan el funcionamiento intestinal.
  • La práctica de taichi con el bebé favorece el reequilibrio y la estabilidad de la postura, que sufrió cambios durante el embarazo. Además, puede compensar las posiciones incorrectas que algunas veces se adoptan para dar el pecho.
  • El taichi combate el cansancio y gracias a la relajación y a una respiración suave aporta energías renovadas, tan necesarias es en postparto.
  • Se reducen tensiones al tener que concentrarse en la postura y la respiración, se libera la mente y se reduce el estrés. Además, gracias a este estado se propicia el dominio de las emociones, poniendo freno a la depresión postparto.
  • El bebé es acunado suavemente con los movimientos del taichi si está bien colocado en el fular, con el consiguiente efecto relajante.
  • Practicar taichi con el bebé ayuda a reforzar y favorecer el vínculo entre madre e hijo. Además, nos hace más conscientes de la maternidad.

Recordamos en este punto que la práctica de pilates con el bebé también es un ejercicio recomendado para la recuperación física de la madre, con ciertas similitudes con esta disciplina oriental. La particularidad del taichi consiste en combinar armónicamente sus tres fundamentos: movimiento corporal, concentración y respiración consciente.

En definitiva, practicar taichi con el bebé es una experiencia gratificante y beneficiosa. Eso sí, debemos procurar ponerlo en práctica cuando el bebé está tranquilo, o dejarlo para otro momento si no se relaja, o llora… Aunque lo más probable es que sea un momento delicioso y relajante para ambos.

Fotos | campbelj45ca y Family O’Abéen Flickr-CC
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