El solo hecho de nacer niña en la India supone un reto por sobrevivir, y más cuando se nace con 400 gramos de peso y apenas 28 semanas de gestación. En un país donde el aborto selectivo de fetos femeninos y el infanticidio femenino está a la orden del día, una bebé prematura a la que le daban un 0,5 de probabilidades de sobrevivir ha logrado salir adelante contra todo pronóstico. Cuatro días antes de cumplir los siete meses de vida fue dada de alta del hospital con un peso de 2,4 kilos.
Seeta es uno de los bebés más pequeños que sobrevive en la India, gracias al esfuerzo de los médicos del Hospital Infantil Jivanta en Udaipur y la determinación de sus padres, que al contrario de lo que hacen muchos padres en la India, no dudaron en darle todo su apoyo para ayudarla a luchar por su vida.
El reto de sobrevivir con 400 gramos
Su madre desarrolló hipertensión incontrolable durante el embarazo, una complicación frecuentemente relacionada con el parto prematuro. Una ecografía reveló una insuficiencia del flujo de sangre hacia el feto por lo que los médicos decidieron realizar una cesárea de emergencia aunque aún faltasen tres meses para la fecha de parto.
Tras nacer las esperanzas eran mínimas. Recibió soporte respiratorio avanzado para ayudarla a respirar y, dado que sus intestinos eran inmaduros, le dieron nutrición parenteral total para asegurarse que recibiera todos los nutrientes esenciales. Recién empezó a digerir leche a las siete semanas y con cuatro meses y medio ya podía beberla de una cuchara.
El mayor reto, señalan los médicos, fue evitar cualquier infección que pudiera causarle un fallo y acabar con su vida. Pero la última tecnología sumada a la experiencia de los médicos consiguieron sacar a la niña adelante, y tras 210 días ingresada en la UCI por fin pudo irse a casa.
Nacer niña en la India
No solo lo tenía difícil por haber nacido tan pequeña, sino también por el solo hecho de haber nacido niña en un país donde ser mujer tiene unas connotaciones muy desfavorables con respeto a los hombres. Muchas niñas son asesinadas antes de nacer cuando sus padres se enteran del sexo de su bebé, después del nacimiento, o acaban muriendo por abandono o negligencia durante sus primeros años de vida.
Según la revista médica The Lancet, se estima que 12 millones de fetos femeninos han sido víctimas de abortos selectivos en India en las últimas tres décadas. Por eso es aún más esperanzador que Seeta haya logrado sobrevivir, porque representa todo un símbolo en una sociedad en la que nacer niña es visto como una carga para muchas familias.
"Estamos agradecidos con Seeta y su familia y los apreciamos por dar un nuevo ejemplo a la comunidad. Rajastán, donde las niñas, que todavía se consideran una carga, son arrojadas a la basura inmediatamente después del nacimiento o se quedan en el orfanato. La pareja trató a su bebé que tenía posibilidades insignificantes de supervivencia ", señaló el Dr. Ajay Gambhir, ex presidente del Foro de Neonatología de la India.
"Decidimos salvar la vida del bebé y ofrecerle la atención y el cuidado médico necesarios porque queríamos enviar un mensaje de que las niñas deben estar protegidas. En un Estado como Rajastán, donde el infanticidio femenino es desenfrenado, las personas tienen que dar un paso adelante y tomar medidas para poner fin a esta práctica malvada", dice el médico.
Esperemos que Seeta crezca sin mayores secuelas derivadas de su prematuridad y que la vida de la niña sirva como ejemplo contra el genocidio selectivo de niñas que se da en algunas regiones de la India.
Vía | Hindustan Times
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