Por qué los bebés de Finlandia duermen en una caja de cartón

Por qué los bebés de Finlandia duermen en una caja de cartón
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¿Pondrías a dormir a tu bebé recién nacido en una caja de cartón? Seguramente no, básicamente porque teniendo cunas, minicunas, moisés, camas y cosas así, no tendría demasiado sentido utilizar una caja para meter a los bebés. De hecho, si lo explicáramos ("Sí, mi bebé, mi precioso bebé, duerme en una caja de cartón"), nos mirarían raro o tratarían de darnos una ayudita económica para poder comprar una cuna o nos ofrecerían alguna solución.

En Finlandia eso no sucede, porque allí es normal que un bebé duerma en una caja de cartón. Lo curioso es que allí problemas económicos tienen pocos, si los comparamos con nosotros, los padres, de hecho, reciben muchas más ayudas por hijo que nosotros (no es difícil, porque aquí no recibimos ya casi ninguna) y el nivel cultural es, de media, superior al nuestro. ¿Por qué entonces duermen los bebés en cajas de cartón?

Por tradición y por filosofía

La razón es más emocional que otra cosa, porque ciertamente podrían poner a dormir a sus hijos en cualquier sitio antes que en una caja, sin embargo es una tradición que tiene ya 75 años y que proviene de la caja de cartón con cosas para el bebé que el Estado regala a los padres recientes (bueno, la regalan antes de que el bebé nazca, de hecho).

El objetivo de dicha caja es que todos los niños finlandeses, sea cual sea su condición social, tengan un inicio de vida equitativo, que todos lleguen con lo mismo. Por eso la caja se le da a cualquier pareja que tenga un bebé.

Si os estáis preguntando qué contiene la caja, deciros que muchas cosas. Basta con mirar la foto para ver que es raro que unos padres vayan a comprar ropa para su bebé recién nacido, pues vienen pijamas, sacos de dormir, ropa de calle, pañales de tela, botas aislantes para el frío, toalla de baño, termómetro de baño, tijeras para las uñas, etc. y un colchón pequeño. El colchón se adapta al fondo de la caja y de ese modo la caja se convierte en la primera cama del bebé.

Contenido de la caja finesa de los bebés

Las madres pueden pedir la caja o bien recibir dinero en efectivo (214 dólares), pero la mayoría pide la caja, pues el contenido es más valioso que el dinero.

Todo empezó en 1938

La primera vez que el Estado entregó cajas para los bebés fue en 1938, cuando se decidió ayudar a las familias con bajos recursos. En la caja había lo necesario para que las madres cuidaran de sus hijos y además información para guiar a las madres hacia los profesionales de la salud, con el fin de prevenir posibles problemas. La razón era que por aquellos momentos el país era muy pobre y la mortalidad infantil afectaba a 65 de cada 1.000 nacimientos.

En el año 49 se decidió dar la caja de manera universal, a todos los padres, para que todos los bebés fueran iguales y tuvieran el mismo inicio de vida. Entre esta medida y la llegada de la seguridad social en los años 60 la mortalidad bajó considerablemente. No olvidemos que el colecho no es peligroso de por sí, pero sí lo es si no se hace de manera segura, y que a los grupos de personas en situación socioeconómica precaria se les recomienda de manera general poner a dormir al bebé en un sitio apartado de la cama de los padres, como bien expresó Unicef hace unos días. La caja, con su pequeño colchón, tenía como función hacer del lugar donde el bebé debía dormir en un sitio más seguro.

La caja como tradición

La caja existe desde hace 75 años, así que ya es una tradición conocida por generaciones, con diseños que han ido cambiando en el tiempo y con contenidos que se han ido renovando. Esto ha hecho que las nuevas parejas reciban con ilusión la caja al tener un bebé, y que las madres que ya las recibieron hace años, la esperen también con melancolía y con ganas de ver cómo ha cambiado en el tiempo.

Según Save the Children, Finlandia es el mejor país para ser madre. Es cierto que pagan muchos impuestos, pero también es cierto que los padres ven muy claro dónde se invierten y ven que mucho de lo pagan vuelve en forma de servicios. Por eso se sienten tan bien tratados, con unas bajas maternales y paternales muy largas y unas comodidades tales, que no tienen queja. La caja, gratuita, con todo lo que contiene, es una muestra de ello.

Como curiosidad, para que veáis cómo ha ido cambiando el contenido de la caja con los años, en los 30 y 40 la caja contenía telas, pues eran las madres las que confeccionaban ropa para sus bebés. Durante la Segunda Guerra Mundial, dado que el algodón y los tejidos iban para el Ministerio de Defensa, las madres recibían sábanas de papel y un cobertor de tela. Ya en el 57 se añadieron las primeras prendas ya confeccionadas y en el 69 se introdujeron pañales desechables. En el 2006 se cambiaron los desechables por pañales de tela y se retiró el biberón que se entregaba hasta entonces, para fomentar la lactancia materna.

¿Es más seguro dormir en cajas de cartón?

En aquella época probablemente sí. En la actualidad, y aunque en algunos países se está intentando extender esta costumbre, probablemente no. Hablo de probabilidades porque uno de los países que quiere importar esta tradición es EE.UU., donde tienen un serio problema con la muerte súbita, porque muchos padres hacen uso de ropa de cama blanda alrededor del bebé (cojines, edredones, etc.), porque hay padres con sobrepeso importante durmiendo con sus hijos (se desaconseja compartir cama en este caso) y porque muchos padres ponen a dormir a sus bebés en decúbito prono: boca abajo.

Si en cambio nos vamos a una de las sociedades que más se preocupa por esta cuestión, Japón, descubrimos que los bebés no duermen en cajas de cartón, sino con sus padres, y han tenido siempre unas tasas de SMSL bajísimas, que han descendido aún más en los últimos años.

El Dr. James McKenna, catedrático de Antropología y director del Laboratorio del Comportamiento del Sueño Maternoinfantil de la Universidad de Notre Dame, en Indiana, dice lo siguiente en su libro Dormir con tu bebé al referirse a Japón:

La Organización de Familia y SMSL en Japón informó que las tasas de muerte súbita continúan bajando en ese país a medida que el número de madres fumadoras se aproxima a 0, y que la lactancia exclusiva se sitúa en torno al 70-75%. De hecho, un informe muestra que al aumentar el colecho y la lactancia y reducirse el número de madres fumadoras, la tasa de SMSL disminuye. Esto sugiere, de nuevo, que puede que lo peligroso no sea el colecho en sí, sino determinadas formas en que se practica.

Así que podemos decir que las cajas de cartón son una tradición muy bonita, pero que lo de poner a dormir al bebé en ella ha quedado ya desfasado: el hogar de un bebé, de día y de noche, es el cuerpo de su cuidador principal, habitualmente la madre. Ahí es donde está más tranquilo, más seguro y donde más probabilidades tiene de ser amamantado a demanda y durante más tiempo.

Vía y Fotos | BBC En Bebés y más | Las diferencias entre el sistema educativo español y el finlandés en "Salvados", El sistema educativo de Finlandia en vídeo, ¿En la guardería o en casa?

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