¿Cómo limpiar en caso de alergias infantiles?

¿Cómo limpiar en caso de alergias infantiles?
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Cada vez son más frecuentes los casos de alergia en los niños, y, aunque las causas están por determinar, parece ser que si hay determinados procesos y actuaciones que se relacionan con índices más bajos. Vamos a repasar como podemos limpiar la casa en el caso de algunas alergias y aprenderemos a detectarlas y prevenirlas en lo posible.

¿Qué es una alergia?

Una alergia es una reacción del cuerpo ante una substancia que considera tóxica, extraña o perjudicial y puede presentarse de varias formas: con reacciones cutáneas (erupciones de la piel, urticaria, rojeces o granitos), como reacciones respiratorias (tos, picor en la nariz y mocos) y con reacciones digestivas (dolor de estómago, vómitos, estados nauseosos y diarreas).

Las reacciones alérgicas más graves pueden ser peligrosísimas ya que, en algunos casos, se produce shock anafiláctico, un problema que hay que saber reconocer porque precisa la visita inmediata a urgencias. Los picores comienzan a extenderse rápidamente y la inflamación hace que se produzcan problemas respiratorios, y, si no se actúa, puede desembocar en un cuadro de fallo del sistema cardiovascular.

Dada la gravedad de las alergias si sospechamos que nuestro hijo tiene una es conveniente acudir al pediatra y que realice los estudios necesarios.

¿A qué pueden ser alérgicos los niños?

Puesto que la alergia es una reacción del sistema inmunológico ante una substancia inicialmente inofensiva no hay nada a lo que no se pueda ser alérgico. Los niños suelen presentar más alergias que los adultos y por eso, si observamos reacciones como las que he descrito anteriormente sería conveniente comenzar a vigilar cuando se producen y consultar al médico.

Las substancias a las que se suele ser alérgico son: el polen de algunas plantas, los ácaros del polvo, las esporas del moho, el pelo de los animales, alimentos y picaduras de insectos. Una persona puede ser alérgica a solamente una cosa concreta: el pelo de los gatos, la picadura de la avispa o los cacahuetes, por eso hay que identificar el alérgeno y evitarlo.

Las alergias alimentarias son un tema específico cuya prevención no es completamente posible. Sin embargo la lactancia materna en exclusiva durante los primeros seis meses de vida (en exclusiva quiere decir que no se debe dar nada más) y la introducción paulatina de la alimentación complementaria, respetando la edad recomendada para cada alimento y vigilando cualquier reacción son puntos claves para la prevención.

¿Cómo limpiar para prevenir reacciones alérgicas?

Las alergias a productos no alimenticios ni medicamentosos más frecuentes son al polen, el pelo de los animales, los ácaros del polvo. Y la forma de evitar que los niños sufran por esto es mantener una higiene correcta pero no excesiva y, si existe el problema, evitar en lo posible su contacto con esas substancias.

Vamos a ver si podemos tener algunas normas de limpieza e higiene que nos ayuden a prevenir las alergias o las reacciones alérgicas.

Existen indicios de que un exceso de higiene hace que los bebés estén menos protegidos y puede contribuir a debilitar el sistema inmune, no dejándolo ensayar sus reacciones y provocando que luego, algo inofensivo sea detectado como muy peligroso, desencadenando una alergia.

Considerando que se calcula que las alergias en los niños se han triplicado en los últimos 30 años habría que plantearse cuales son las causas: exceso de medicación, alimentación con demasiados químicos, contaminación ambiental y exceso de limpieza e higiene son algunas de las que se suelen mencionar.

Es decir, mantener la casa limpia pero sin obsesionarse por la esterilización y la higiene puede ser, al final, beneficioso para el sistema inmune del niño.

¿Y si tiene una alergia declarada?

La limpieza y mantenimiento del hogar dependerá del tipo de alergia que detectemos en el niño. En general es conveniente aspirar más que barrer, no usar peluches o lavarlos y exponerlos al sol, fregar con productos no irritantes y ventilar frecuentemente sacudiendo mantas y edredones.

Si la alergia es al polen lo adecuado es identificar la época en la que esa planta es más activa y consultar los índices de concentración que se publican. La casa debe ventilarse, pero no en las horas de máxima concentración (primera mañana y atardecer), salir con gafas de sol para proteger los ojos, ducharse y cambiarse de ropa al volver de la calle y no tender al aire libre. En lo posible habría que evitar las actividades al aire libre en las horas de máxima concentración y eliminar otros irritantes del ambiente (tabaco, sprays, ambientadores o insecticidas).

Si la alergia es a los ácaros del polvo es importante tener una aspiradora con filtro específico y pasarla frecuentemente y limpiar el polvo cuidadosamente. Además, hay qe evitar en la casa cortinas, alfombras, moquetas y tapizados, sobre todo en el dormitorio. La ropa de cama se deberá cambiar fecuentemente y debe ser de material que se pueda lavar a 60º. Los colchones es mejor que sean de látex.

La cuestión de alergia a las mascotas es diferente pues hay una relación emocional con el alérgeno. Los animales a los que se suelen detectar alergias son gatos perros, caballos, hasmters y conejos, es decir, los que más frecuentemente están en contacto con los niños. La alergia, más que al animal, es a su pelo y a las partículas de piel que dejan.

En principio, parece que tener mascotas es bueno para el sistema inminutario e incluso previene las alergias y eccemas incluso desde el embarazo, por tanto, las mascotas son beneficiosas en este sentido.

Pero si la alergia se declara hay que tomar algunas disposiciones. Cada familia tendrá que afrontar esta situación de que un niño sea alérgico a un animal de forma diferente, según sean las posibilidades de la casa y la intensidad de la reacción del niño, pero hay que tener en cuenta que, precisamente las alergias, son imprevisibles y la exposición al alérgeno continuada no es buena para el paciente. En algunos casos puede ser necesario buscar un nuevo hogar para el animal.

Una vez detectamos la alergia y decidimos seguir conviviendo con la mascota, hay que ser muy cuidadosos: cepillar al animal, lavarlo, no dejarle subirse a las camas, tratar de que no entre en los dormitorios y salas donde esté el niño habitualmente y pasar la aspiradora a diario.

Esperamos que estos consejos os ayuden a planificar la higiene y limpieza de vuestros hogares para prevenir las alergias o suavizar sus síntomas si ya se han declarado y a conocer mejor las causas y síntomas que producen.

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