Si jugar con la salud de los niños me parece incomprensible, cuando se hace por cuestiones políticas la cuestión llega a ser deplorable. Muchos niños en Pakistán corren el riesgo de enfermar por la prohibición de los talibanes de que se les administre la vacuna contra la poliomelitis.
Pakistán, uno de los tres países del mundo donde la poliomelitis es endémica, acaba de lanzar un programa nacional de vacunación contra esta enfermedad. Pero, por primera vez, alrededor de un cuarto de millón de niños en las áreas tribales no formarán parte de ella a causa de una prohibición impuesta por los talibanes.
La razón que da el movimiento islamista para que las vacunas en las regiones de Waziristán del Norte y del Sur estén prohibidas son los ataques de Estados Unidos en aviones no tripulados, y hasta que no se detenga este hecho no permitirán que se administre la vacuna.
Argumentan que en realidad los responsables de administrar las vacunas a los niños van "disfrazados" de sanitarios, y están en misiones de espionaje en la zona para posteriores ataques de aviones.
Un portavoz de la Organización Mundial de la Salud, que apoya el programa de vacunación, lo describió como un retroceso. Las autoridades locales y otros organismos internacionales también han mostrado su preocupación por este hecho. Además, mezclar cuestiones políticas con la salud de los niños, chantajear con este tema, es un acto despreciable.
El resultado de este sinsentido de la prohibición de vacunar a los niños, derivado de otro, el de la guerra, es que en estas regiones tribales de Pakistán fronterizas con Afganistán, se pone en riesgo directo a cerca de 250.000 niños. Esperamos que las reivindicaciones de esta gente se hagan escuchar de otro modo más razonable.
Foto | Unicef Sverige en Flickr CC Más información | La Vanguardia En Bebés y más | Bienvenidos a la fiesta de la varicela, Vacunas infantiles