Los piojos también vuelven al cole: 11 preguntas resueltas sobre cómo evitarlos y combatirlos

Los piojos también vuelven al cole: 11 preguntas resueltas sobre cómo evitarlos y combatirlos
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La mochila nueva, los libros, el estuche… Son los imprescindibles en el regreso a las aulas. Pero hay veces que también se nos cuelan en el pack de nuestros hijos unos bichitos muy pequeños, que pueblan sus cabezas y pican: los piojos.

Los niños regresan del campamento de verano, de casa de los abuelos o del pueblo y hay que revisar sus cabezas antes de se reúnan con su amiguitos de clase. Lo mejor es pasarle una liendrera con el pelo mojado para detectar si su cabeza está limpia o no.

Pero ¿y si los otros padres no revisan? Pues para prevenir lo mejor es seguir controlando sus cabecitas, mirándolas con detalle al menos una vez a la semana.

Porque aunque es un mito que los piojos son señal de falta de higiene (es más, incluso muestran preferencia por el pelo limpio) algunos progenitores siguen sin comunicar al centro que su hijo está llenito de estos molestos bichitos, para prevenir al resto, hacer limpieza común de parásitos y evitar que se siga extendiendo.

A la infestación del cuero cabelludo y pelo humano por el piojo de la cabeza se llama pediculosis, tal y como explica la Asociación Española de Pediatría (AEP) en su informe “Pediculosis de la cabeza”. Es tan contagiosa como el resfriado y tiene en las aulas, el caldo de cultivo ideal para procrear.

Con el fin de estar bien informado de cara al nuevo curso, resolvemos las dudas más frecuentes que los padres se plantean al pensar en estos desagradables bichitos y te hablamos de los mejores métodos para eliminarlos.

1. ¿Qué son?

Según el informe de la Asociación Española de Pediatría:

  • Los piojos necesitan la ingesta de sangre humana varias veces al día y no viven fuera del cuerpo humano más de dos días.

  • No tienen alas (no vuelan), no saltan pero se desplazan fácil y rápidamente por el cabello de un pelo a otro si está seco.

  • Son de color grisáceo, y miden entre dos y cuatro milímetros.

  • Suelen localizarse sobre todo detrás de las orejas y en la nuca.

  • La hembra adhiere los huevos al pelo con una sustancia acuosa similar al pegamento.

Si el pelo está húmedo se mueven torpemente y son más vulnerables, así que son más fáciles de identificar y eliminar.

De ahí que si tienes hijos en edad escolar, sea aconsejable que te hagas con una liandrera, o lo que es lo mismo: un peine de púas muy juntas y de metal, específico para retirar a estos parásitos y sus huevos.

Después, hay que peinar con ella su pelo, mechón a mechón. Mejor hacerlo con el el cabello mojado y con una toalla sobre sus hombros, para comprobar si cae o no algún parásito.

Es importante aprender también a distinguir las liendres (huevos de los piojos). Son unas motas blancas muy pegadas al pelo que pueden confundirse con la caspa a simple vista. Las distinguirás porque la caspa se separa fácilmente del pelo mientras que para quitar la liendre hay que tirar de ella con fuerza.

2. ¿Por qué pican?

Se alimentan de la sangre perforando el cuero cabelludo. En la saliva del piojo hay sustancias anticoagulantes y vasodilatadoras que son las que fomentan esa picazón y molestias típicas.

El piojo muerde y su saliva puede producir una respuesta inmune local que ocasiona el picor o la sensación de que algo se me mueve en la cabeza.

3. ¿Cómo se trasmiten?

Puede sufrirlos cualquier niño, con independencia de sus antecedentes o de su higiene personal, siempre y cuando exista un contacto directo con otro pequeño afectado por los piojos.

Según la AEP, la infestación no es más frecuente ni por la longitud del pelo ni por la frecuencia de uso de champús ni el tipo de peinado.

Los piojos prefieren el pelo limpio al sucio y el liso al rizado.

La transmisión indirecta a través de un sombrero o una bufanda es posible, pero mucho más rara. De hecho, este parásito rara vez sale de la cabeza de su huésped y si lo hace es solo para alimentarse de otra cabeza.

Tampoco está demostrado que se transmita a través del agua.

4. ¿Por qué las niñas contraen más piojos que los niños?

Según el trabajo 'Plan Cabezas Despejadas', de Manuela Prieto Mariscal para la Universidad de Navarra "la infección por estos parásitos es más común en niños entre 5 y 12 años y en niñas, sin importar el estrato social".

Pero en contra del mito, las niñas sufren más estos parásitos no porque tengan el pelo largo, sino porque sus juegos implican más contactos de cabeza a cabeza: se cuentan secretos, se abrazan más, intercambian horquillas del pelo y diademas…

5. ¿Tienen que quedarse en casa para no contagiar?

Sin embargo, avisar al cole de que nuestro hijo tiene piojos no implica que tenga que quedarse en casa 'aislado', tal y como explica la Sociedad Española de Pediatría Extraeshospitalaria y Atención Primaria SEPEAP:

“En el caso de que nuestros hijos tengan piojos basta tratarse e informar al centro educativo, sin ausentarse de las clases, para evitar que la infección pase de contagiados a sanos cíclicamente. Para su tratamiento es suficiente utilizar un producto protector”.

6. ¿Cómo puedo eliminarlos?

Peinando a una niña con liendrera

Lo primero, armándote de paciencia y logrando que tu hijo también la tenga. Después, es hora de seguir las recomendaciones de la AEP:

  • Sobre el pelo seco se aplica el champú, loción o espuma pediculicida, masajeando la zona ligeramente. 

  • Se deja en el pelo durante 10 minutos y luego se aclara con agua templada. Conviene leer previamente las instrucciones del preparado. Evita el contacto de estos productos con ojos, nariz y boca.

  • A continuación, con el pelo mojado, se retiran los piojos y las liendres con la mano o con una liendrera.

  • Se deja secar el pelo al aire, porque los bichitos pueden estar aún vivos y el calor de un secador invalida el efecto residual insecticida del producto.

  • Hay que seguir revisando diariamente la cabeza durante dos semanas y, si se encuentra alguna liendre o piojo, se retiran con la mano. Y es que las liendres o huevos pueden eclosionar tras pasar 7 o 10 días, así que es necesario comprobar que su cabecita sigue limpia de piojos durante ese tiempo.

  • Para ayudar a despegar las liendres se puede utilizar agua y vinagre (una parte de agua y una de vinagre) aplicándolo con una toalla empapada, después del antiparasitario, durante 30-60 minutos.

  • Es importante repetir el tratamiento con el mismo producto una semana después, para eliminar los piojos que hayan salido de las liendres que no murieron la primera vez.

  • Se debe lavar la ropa del niño, las toallas y la ropa de cama con agua caliente (a 60 º C) y sumergir los peines y accesorios del pelo en la loción parasitaria durante 10 minutos.

Lo que no pueda limpiarse (muñecos, por ejemplo) se puede poner en una bolsa de plástico cerrada durante dos semanas. Es importante hacer esto porque lLos piojos pueden sobrevivir fuera de la cabeza uno o dos días y volver a poblar el pelo del pequeño.

7. ¿Qué producto funciona mejor?

Lo primero que hay que hacer es no confiar en que una aplicación tiene efecto milagro: ¡los piojos se han esfumado por completo!

La mayoría de los preparados no aseguran la muerte de las liendres. Así que hay que armarse de paciencia y seguir al pie de la letra las instrucciones de uso del fabricante y, siempre, realizar la extracción manual con la lindera tras eliminar el producto.

  • Según indica la AEPED, "las cremas mejor que las lociones y las lociones mejor que los champús"

  • Se puede usar permetrina al 1%, un insecticida que se utiliza también contra los mosquitos y otros insectos y contra los ácaros. Funcionan por neurotoxicidad, atacando el sistema nervioso del parásito. Por si te surgen dudas, la permetrina, es compatible con la lactancia según e-lactancia.

  • Dimeticona al 4%. Un compuesto oclusivo que consigue bloquear los orificios a través de los que respira el piojo y ahogarlos. Es especialmente útil cuando la permetrina fracasa y es menos agresivo para el cuero cabelludo.

Existen otros compuestos, aunque son menos eficaces: fenotrina, bioaletrina, lindano, carbaril...

Ninguno de estos productos puede usarse en menores de dos años. Si aparece en estas edades, la extracción manual es la única opción.

8. ¿Son efectivos otros métodos naturales?

Hasta hace unas décadas, las madres acababan con los piojos y las liendres a base de vinagre y tiempo, el de revisar el cabello de sus hijas e hijos cada día. Pero el vinagre sirve para reblandecer las liendres y facilitar su extracción. No acaba con el piojo, ni mata las liendres ni previene la infección.

También se usa frecuentemente el aceite de oliva. Su viscosidad priva a los piojos de oxígeno y mueren asfixiados. Pero no existe base científica que asegure que funciona.

9. ¿Y si no se eliminan con el tratamiento?

En estos casos, la AEP recomienda utilizar la permetrina al 1% durante 30-60 minutos, incluso toda la noche (con un gorro de ducha).

También habla de otras medidas como medicamentos orales o locales como champú de dimeticona al 4%.

E incluso tratamientos naturales basados en plantas. Antes de usar cualquiera de ellos, recomienda preguntar al pediatra cuál es el más recomendable para cada niño.

10. ¿Por qué ahora hay más y son más resistentes?

Dice el informe de la AEP que existen más de 3.000 especies de piojos conocidos y que se desconoce la biología de la mayoría de ellos. Además, un informe del Centro de Entomología Médica, Investigación y Desarrollo de Insectos Limitados de Cambridge ha desvelado que hay más piojos que nunca y además estos son más fuertes:

"Como todos los seres vivos, los piojos han sufrido mutaciones genéticas que han hecho que se conviertan en especímenes más fuertes y resistentes a los tratamientos convencionales". 

La causa más probable es el mal uso de pediculicidas: los champús y lociones para prevenir (no funcionan), en lugar de usarlos para lo que sirven: para tratar y eliminar los piojos.

Esto ha provocado que produzcan resistencias (algo parecido a lo que ocurre con los antibióticos, cuando se utilizan sin que sean necesarios). Así lo explica la pediatra Lucía Galán.

11. ¿Se pueden prevenir?

La AEP asegura que no hay que utilizar tratamientos preventivos a base de lociones o colonias para parásitos si el niño no está infectado. Solo se utilizará el tratamiento si se descubre que tiene piojos.

Sin embargo se sabe que los piojos solo habitan en las personas, ya que les atrae nuestro olor particular. De ahí que no los sufran nuestros perros o gatos, aunque vivan con nosotros y todos padezcamos a estos incómodos parásitos.

Por eso se elaboran remedios caseros para atacarlos, que actúan simplemente escondiendo nuestro olor. Por supuesto, algunas hierbas son mejores para esto que otras, pero no hay evidencia de que sean remedios efectivos.

También se pueden utilizar repelentes farmacológicos, aunque no son recomendados durante un largo período de tiempo pues puede provocar que los piojos se hagan más resistentes y sea más difícil deshacerse de ellos.

Y por último, intentar por todo los medios que los niños entiendan que hay artículos de higiene personal que no se comparten: como cepillos o peines, coletas, gorros y toallas. Conviene explicarles que los piojos se pasan de una cabeza a otra por contacto directo, así que deben procurar no poner las cabezas juntas. Como precaución adicional, pueden ir al cole con el pelo recogido.

Esperamos que este curso logremos todos mantener a esos incómodos bichitos a raya y que del colegio solo lleguen circulares con buenas noticias.

Fotos | iStock

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