Verano con niños: protegerles del sol (II)

Verano con niños: protegerles del sol (II)
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En la última entrada del Especial Verano con niños hemos hablado de una de las mayores precauciones que debemos tener en verano los padres con niños pequeños: protegerles del sol.

Ya hemos hablado de las cremas solares, cómo elegir el fotoprotector más adecuado y cómo debemos aplicarlo, pero protegerles del sol no implica solamente aplicar una crema solar. No debemos olvidar tampoco otros accesorios como gorros, sombrillas, ropa ligera, gafas de sol, y por supuesto, mantenerlos siempre bien hidratados.

A través de pequeños gestos que incorporamos como rutina los niños podrán exponerse al sol con seguridad en la playa o en la piscina, algo que tanto disfrutan en verano.

En resumen, lo que no puede faltar este verano para proteger a los niños del es:

Protector solar

Ya hemos hablado de tipos de fotoprotectores y diferentes consistencias, siendo la crema y las lociones en spray las más adecuados para los niños. Hay que usar cremas de uso pediátrico, libres de PABA, hipoalergénicos y con un factor de protección superior a 45 para los bebés de más de seis meses (en bebés menores, no hay un acuerdo sobre si se les debe aplicar o no cremas solares, mejor consultarlo con el pediatra).

Hay que procurar extender bien el protector por todo el cuerpo, sin dejar partes que solemos olvidar como orejas, empeines, manos y cuello. Renovar el protector cada dos horas.

Gorros, gorras, sombreros

Es importante el uso de gorros, gorras, sombreros o pañuelos que protejan la cabeza del niño de las radicaciones solares para evitar un golpe de calor. La insolación o acción directa del sol sobre zonas vitales del cuerpo, en especial la cabeza, puede producir un sobrecalentamiento del cerebro que conduce a que éste no funcione.

Dentro de lo posible, son mejores los gorros con alas anchas ya que además de la cabeza cubren las orejas y el cuello, zonas también muy sensibles. Deben ser ligeros y preferentemente de colores claros, pues tampoco es conveniente que haga sudar demasiado la cabeza del bebé provocando la pérdida excesiva de líquidos.

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Gafas de sol

Solemos olvidarnos de este accesorio, pero los expertos advierten que es importante que todos los bebés usen gafas de sol para prevenir futuros problemas oculares.

El cristalino del ojo del bebé, que ejerce de filtro, aún no se ha desarrollado por completo y, antes del primer año de vida, deja pasar el 90 por ciento de la radiación UVA y el 50 por ciento de la UVB, llegando directamente a la retina, lo cual puede provocar daños a corto y largo plazo.

Unas gafas homologadas cuidaran la vista de los daños que puedan ocasionar una exposición a los rayos UV. Aún con gafas de sol, hay que señalar que los niños nunca deben mirar directamente al sol.

Ropa adecuada

Para protegerse del sol la ropa es lo más adecuado. Se recomiendan prendas ligeras, amplias, preferentemente de algodón, que transpiren, y de colores claros, que absorben menos el calor.

También hay prendas especiales para niños con filtro solar que protegen la piel de las radiaciones solares.

Refrescarse

Bañarse con agua fresca en la piscina o en el mar, si estáis en casa, ducharse o bañarse, mojarse cara, nuca y manos, usar un ventilador o el aire acondicionado a una temperatura agradable, entre 22 y 25 grados.

En casa, bajar las persianas y cerrar las ventanas que están expuestas al sol para mantener el ambiente fresco.

Mantenerlos hidratados

Hemos hablado hace poco de la importancia del consumo del agua en los niños, especialmente en verano, cuando al sudar eliminan líquidos corporarles.

Hay que ofrecerles agua cada dos horas, aún cuando no sientan sed, para mantener la hidratación de los tejidos corporales a niveles saludables.

Se recomienda que un niño beba a diario entre 50-60 ml por cada kilo de peso. A los bebés amamantados no es necesario ofrecerles agua, la leche materna es suficiente.

Evitar las horas centrales del día

Evitar, en la medida de lo posible, la exposición de los niños las horas centrales del día, entre las doce y las cinco de la tarde. Por su parte, los bebés no deben exponerse directamente al sol.

Foto | melpeloquin y Tim & Selena Middleton en Flickr En Bebés y más | Precauciones al ir a la playa: las radiaciones solares, Golpes de calor: reconocerlos y actuar, Bebés y niños en verano: prevenir un golpe de calor

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