Vitamina D y cólicos: lo que se sabe al respecto y posibles soluciones
Salud infantil

Vitamina D y cólicos: lo que se sabe al respecto y posibles soluciones

Los profesionales sanitarios llevamos años (muchos años en realidad) recomendando a los padres y madres que hagan vida fuera de casa, que paseen, que jueguen al aire libre, que caminen más, etc., para que los niños hagan más vida en el exterior, puedan tener más juego libre, y de paso, tengan unos niveles óptimos de vitamina D (la vitamina que sintetizamos al tener la piel en "contacto" con la luz solar).

A pesar de ello, y porque los tiempos han cambiado y también nuestras costumbres, se ha visto que son muchos los bebés españoles que tienen déficit de vitamina D y por eso hace unos años se realizó la recomendación a nivel estatal de suplementar a los bebés recién nacidos con vitamina D, al menos hasta los 12 meses de vida.

En la actualidad son mayoría los bebés que están tomando dicho suplemento, pero los hay que no lo hacen por asociarse el suplemento de vitamina D a los cólicos del lactante: ¿Es cierto que puede pasar? ¿Qué puede hacerse entonces?

¿Por qué necesita mi bebé vitamina D?

Esta es una de las preguntas que se hacen muchos padres que tienen más de un hijo. Cómo es posible que ahora haya que dar vitamina D a los bebés, todos los días, si con los hermanos mayores nadie les recomendó que lo hicieran.

La respuesta es clara: porque por entonces se pensaba que era suficiente con recomendar salir a la calle todos los días, y al verse que no era así, se decidió iniciar la suplementación. No es que a los bebés de ahora no les haga falta (aunque habrá casos en que no sea necesaria), sino que a los que fueron bebés hace unos cuantos años, ahora niños mayores, probablemente si les habría ido bien.

Pero voy a explicar por qué: aunque todavía no se conocen todas las consecuencias del déficit de vitamina D (cada poco tiempo se descubren nuevos datos al respecto), se conocen ya unas cuantas que hacen que sí sea recomendable que un bebé no tenga carencias de vitamina D:

  • Riesgo de raquitisimo: la falta de vitamina D provoca que los huesos queden débiles y blandos.
  • Riesgo de caries: aunque aún no está clara la relación, son varios los estudios que muestran que hay más caries cuando los niveles de vitamina D son más bajos.
  • Riesgo de afectación del desarollo: se ha asociado el déficit de vitamina D de la mujer embarazada a un riesgo mayor de que el bebé tenga dificultades en el desarrollo del lenguaje. También hay estudios que están empezando a asociarlo con el trastorno del espectro autista.
  • Riesgo de enfermedades pulmonares: parece haber un mayor riesgo de bronquiolitis y de asma.
  • Riesgo de enfermedades cardiovasculares: los niños tienen un mayor riesgo de enfermedades de corazón si tienen bajos niveles de vitamina D.

¿Cuál es la recomendación entonces?

Un artículo publicado el pasado mes de junio de 2016 en la revista Evidencias en Pediatría analizó la evidencia y las recomendaciones, y concluyó lo siguiente:

Hasta que se disponga de nuevos datos, parece adecuado que se sigan las recomendaciones de utilizar suplementos de vitamina D a dosis de 400 UI/día en niños de grupos de alto riesgo, como lactantes menores de dos años, lactantes que nacieron prematuros, niños que viven en África, Asia o el Medio Oriente o los niños de piel oscura que viven en regiones con escasa luz solar.

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En cualquier caso, la recomendación actual en España se basa en la evidencia anterior y está establecida de la siguiente manera:

  • Los bebés amamantados menores de un año reciben** un suplemento de 400 UI/día de vitamina D**. En caso de que acaben tomando leche artificial seguirán con ello hasta que tomen 1 litro diario de fórmula adaptada enriquecida con vitamina D.
  • Los bebés que tomen leche de fórmula enriquecida con vitamina D, pero que no lleguen al litro diario, recibirán 400 UI/día hasta que cumplan 1 año.
  • Los niños mayores de un año o adolescentes que no tengan factores de riesgo de déficit de vitamina D (nutrición pobre, piel oscura, poca exposición al sol por costumbre o por vestir muy tapado, uso reiterado de crema solar con factor superior a 8, enfermedades crónicas o tratamientos que alteren la síntesis de vitamina D) y que no obtengan 400 UI/día de vitamina D con la alimentación (una ración de cereales contiene 40 UI, una yema de huevo 40 UI, un litro de leche enriquecida) deben recibir igualmente un suplemento de 400 UI/día.
  • Los niños prematuros menores de un año de edad corregida deben tomar 200 UI/kg/día hasta un máximo de 400 UI/día.

¿La vitamina D produce cólicos?

Aunque son minoría, son varias las madres que me han explicado que tienen la sensación de que al dar vitamina D al bebé aumentan los episodios de cólicos, es decir, de llanto inconsolable del bebé. Por esta razón, muchas de ellas han decidido dejar de darlo por iniciativa propia o por indicación de algún profesional (he oído hablar de pediatras y de fisioterapeutas que lo recomiendan), apreciando cierta mejoría tras llevar a cabo dicha acción.

Aunque he estado buscando evidencia al respecto, no he sido capaz de encontrar estudios que hablen de dicha asociación. Observando la ficha técnica de los dos preparados más habituales en España tampoco se explica dicho síntoma. En la sección dedicada a los efectos secundarios de "Vitamina D3 Kern Pharma 2.000 UI/ml solución oral" leemos:

Al igual que todos los medicamentos, este medicamento puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran. No suelen producirse reacciones adversas a las dosis habituales. La administración excesiva de vitamina D, bien como sobredosis aguda o administrada durante un período largo de tiempo, puede causar toxicidad grave por hipercalcemia. También pueden aparecer hipercalciuria, anorexia (falta de apetito), cefalea (dolor de cabeza), vómitos y diarrea. Los lactantes que reciben cantidades excesivas de vitamina D pueden tener molestias gastrointestinales, fragilidad ósea y retrasos en el crecimiento.

Sí, hablan de molestias gastrointestinales, pero en caso de cantidades excesivas.

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Por su parte, en la ficha técnica de "DELTIUS 10.000 UI/ml gotas orales en solución" leemos lo siguiente:

Al igual que cualquier otro medicamento, Deltius puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran. Los posibles efectos adversos asociados al uso de Deltius pueden ser:

Poco frecuentes (afectan a 1 de cada 100 personas): Exceso de calcio en la sangre (hipercalcemia); Exceso de calcio en la orina (hipercalciuria). Raros (afectan a 1 de cada 1000 personas): Rash cutáneo (sarpullido o erupción cutánea); Prurito (picor); Urticaria. > >

De hecho, en el caso de este último me extraña mucho más que se asocie con cólicos del lactante porque su composición es colecalciferol (vitamina D3) y aceite de oliva, y en los bebés se administran solo dos gotas por vía oral, cada 24 horas.

"Pero es que al mío de verdad que le produce cólicos"

Aunque como digo no hay datos de que exista dicha asociación, y parece probable que sea una sensación de los padres, que achacan los cólicos habituales de los bebés (antes de dar vitamina D los bebés ya tenían cólicos en las primeras semanas y meses de vida) al consumo de dicha vitamina, hay padres que han visto mejoría en sus bebés al retirarla, al dejar de dársela al bebé.

Este dato es poco significativo, en realidad, porque la mayoría de padres no llevan a cabo esa única estrategia, sino que prueban con eso y con muchas cosas más: empiezan a cogerlo más en brazos por el día, les dan masajes, utilizan algún portabebé, le dan algún probiótico, etc., y al final es difícil saber cuál es la razón de que lloren menos, si el haber dejado la vitamina D, los masajes, el porteo, o un poco de cada cosa.

Y si fuera cierto, ¿cuál sería la solución?

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Pongamos que se sospecha relación entre la vitamina D y los cólicos del bebé. Lo ideal sería comentarlo con el pediatra, que probablemente indicará retirarla unos días para ver si hay mejoría, y si la hay, volverla a dar para ver si los llantos vuelven a aumentar.

En caso de que esto suceda, se puede disminuir la dosis hasta encontrar aquella en que el bebé está bien: del preparado de Kern se recomiendan 6 gotas diarias, así que podría empezarse con una gota al día e ir aumentando para ver qué tal le sienta al bebé; en el caso de dar Deltius, que son 2 gotas al día, sólo se puede disminuir a 1 gota.

Otra opción es, si la mamá amamanta al bebé, hacer llegar la vitamina D a través de la leche materna, suplementando la dieta de la madre. En 2015, un estudio demostró que las mujeres que toman un suplemento de vitamina D de 6.400 UI al día logran satisfacer los requisitos de sus bebés amamantados, siendo una alternativa válida al suplemento de 400 UI que se recomienda a los bebés.

Fotos | iStock
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