A principios de año conocimos el anteproyecto de la nueva Ley de Adopción Internacional que se presentó en el Consejo de Ministros, en el que se anunciaba que España prohibiría las adopciones de niños de países en conflicto o devastados por desastres naturales y tampoco se permitiría la adopción de niños que provengan de un país que carezca o tenga una autoridad precaria que no garantice una adopción en toda regla. Todo ello es por velar los intereses de los menores.
Ayer se aprobó la nueva Ley en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, y llegará con carácter de urgencia al Senado para que sea definitivamente aprobada antes de que finalice el año. Y es que no se puede dejar pasar el tiempo, como conocimos hace unos días, España es el país que realiza más adopciones. La nueva Ley de Adopciones Internacionales refleja la prohibición de adoptar a niños provenientes de países que vivan un conflicto bélico o que hayan sido devastados por un desastre natural, así como los que residan en países sin una autoridad específica que controle y garantice un buen proceso de adopción.
Los niños que hayan sido acogidos temporalmente por algún tratamiento médico, por vacaciones, estudios u otros motivos similares, sí que podrán ser adoptados. Además, un nuevo derecho para los niños, al cumplir la mayoría de edad, a los 18 años, tendrán derecho a conocer su origen biológico, información que tendrán las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (Ecais).
Las Ecais gozarán de otras funciones con el fin de proteger a los menores, proporcionarán información, asesoramiento, tramitaciones de expedientes, registros de entidades y otras gestiones que garanticen el cumplimiento de la Ley evitando situaciones como las sucedidas en Chad o Etiopía.
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