Women Child Free (2): la venganza. Maternidad en positivo

Women Child Free (2): la venganza. Maternidad en positivo
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Estos son mis comentarios y reflexiones a las palabras (y desprecios) que Corinne Maier, portavoz del movimiento Women Child-Free y autora del manifiesto “No kids”, vierte sobre la maternidad en la entrevista que publicamos la semana pasada.

Antes de nada, mencionar que esta mujer francesa no es simplemente una frustrada anti-niños anónima, sino una intelectual famosa y autora de un polémico libro: “Buenos días, pereza”.

Considero que varias de sus sentencias sobre la sociedad son bastantes ciertas, pero otras, sencillamente absurdas. Veámoslas en 6 puntos:

  1. Críticas a la familia y la violencia que engendra. Siento tener que reconocer que es tristemente verdad. Entre el 2000 y 2004 las agresiones a niños en el ámbito familiar crecieron un 108,67%. Y ya hemos publicado aquí las cifras escandalosas de maltrato en España. Este es un tema de primer orden que la sociedad debe abordar.

Pero de aquí a decir que la “familia es la primera cárcel del espíritu” hay un abismo. Como ella no menciona ninguna alternativa a la familia, no habla de tribu, ni comunas, ni orfanatos, … no entiendo cómo quiere que se críen los bebés y niños humanos: la especie mamífera más frágil y dependiente durante al menos 5 años.

  1. La autora afirma que las personas actúan más por “borreguismo” e imperativo social que por propia voluntad. Esto suele ser cierto en general. Si todos actuásemos más desde nuestros verdaderos deseos y sin tanto miedo al fracaso, a las opiniones ajenas, al rechazo, … nos iría mejor. La maternidad debería ser una vocación, una decisión personal y madura y no una obligación.

  2. Apunta el estigma social de no tener hijos que convierte a la mujer en ”egoísta, estéril, lesbiana o fea” y le augura un negro futuro. Me temo que esto también ha sido cierto durante la historia, pero dudo que actualmente esté en vigor con mucha fuerza. Las parejas sin hijos son cada vez más. La Vicepresidenta española: María Teresa Fernández de la Vega es un ejemplo.

  3. Defiende la des-natalidad pero tampoco ofrece soluciones. No sé si quiere que la Humanidad sobreviva o no. Y no vamos a entrar en ideas de ciencia-ficción.

  4. ¿Tener hijos significa renunciar a la felicidad individual? ¿Las madres somos unas fracasadas (como su amiga diseñadora) y las no-madres se realizan a todos los niveles como los ejemplos de mujeres triunfadoras que da? ¿Es la maternidad un sacrificio sin sentido?

Esto es de un simplismo y una falsedad tremenda, y decir lo contrario también lo sería.

La foto que he elegido de una madre y su bebé desnudos, sin artificios, trasmite unas sensaciones que todas las madres hemos sentido: enamoramiento, fusión, entrega, alejarse del tiempo y del mundo, necesidad vital uno del otro, amor y sobre todo: encontrar un sentido (mayor) a la vida.

La maternidad voluntaria no es frustración, fracaso, amargura o perdida de talento femenino sino que también es realización personal, una gran oportunidad de crecimiento y la gran tarea de acompañar a un nuevo ser humano en su desarrollo. No hay nada que exija más cualidades e inteligencia.

  1. ¿Es el embarazo una deformidad en la mujer y una negación del erotismo?
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Pues esta mujer parece muy sexy y a gusto con su cuerpo, y casi todas las mujeres embarazadas que yo conozco (incluso las que engordaron mucho) también.

En conclusión, Corinne Maier estuvo 17 años en terapia, y creo que ha tirado el dinero porque sólo se vislumbra su dolor y amargura, y no la superación de sus problemas.

Me solidarizo con sus dos hijos y con el trauma que debe provocar que tu madre reniegue públicamente de ti y te llame “equivocación”. Ojala consigan formar una familia sana, que es lo que su madre no ha hecho porque se ha dedicado más a mirarse el ombligo de la forma más inmadura y egocéntrica que existe, en vez de preocuparse por el bienestar y felicidad de su familia. Se ha antepuesto ella a sus hijos, cuando realmente hay espacio para todos.

Y se ha olvidado de algo fundamental. En la primera infancia se establece la salud mental de la persona y muchas de sus reacciones en la vida adulta. Crianza y sociedad van de la mano, por tanto somos las madres/padres los que podemos cambiar realmente el mundo, y no las personas preocupadas solamente por su triunfo y que consideran que cuidar/amar/proteger a otros es un sacrificio.

Corinne Maier, gracias por haberme recordado ¡lo bien que me siento siendo madre y lo útil que soy¡ 

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