Guía de regalos no oficial para niños de hasta 2 años (II)‏

Guía de regalos no oficial para niños de hasta 2 años (II)‏
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Ayer iniciamos una guía con algunos consejos para hacer regalos no oficiales a los bebés. Son esos objetos que nadie espera que regales, y que muchos padres pueden hasta rechazar como elemento de diversión de sus hijos, pero que los niños agradecerán y mucho.

Ayer hablamos de la escobilla del water, del teléfono móvil, las llaves de casa o el coche, el lector DVD/Blu-ray y el pack de fregona y cubo. Hoy seguimos con unos cuantos más:

Esponja

Otro de los elementos destinados a ser utilizados con agua que a los niños les encanta es la esponja. Ya puedes tener alrededor de la bañera un circuito de coches acuáticos, muñecos para el agua, un barquito desmontable y hasta pinturas para decorar la bañera y la pared que si hay una esponja presente, el niño querrá estar con ella antes que con cualquier otra cosa.

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La coge, la estruja, la tira al agua, se queja para que se la vuelvas a dar y entonces llega el momento de máximo disfrute, cuando se la mete en la boca y la empieza a sorber cual Calippo en verano hasta que la deja seca.

En este caso debemos tratar de que juegue al principio del baño, ya que pasado un rato tragará, segurísimo, agua y jabón (cierto que muy diluido, pero jabón al fin y al cabo). Es preferible también que sea una esponja resistente, ya que pueden romperla fácilmente con los dientes y quedarse con trocitos en la boca.

Papel del water

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Debe ser cosa de magia. Un objeto con un tamaño determinado empieza a crecer y crecer cuando coges un extremo y tiras de él. Crece tanto que parece que no se acaba nunca y los niños, que lo saben, tardan poco en hacer la prueba.

Somos muchos los padres que tenemos una especial habilidad en re-enrollar rollos de papel del WC y muchos los que, cuando no hay remedio posible, pasamos varios días limpiándonos con el papel sin orden alguno que queda en una estantería junto al retrete.

Es sin duda un gran regalo, aunque la pena es que una vez se ha sacado todo el papel finaliza el juego. Por suerte venden recambios en las tiendas en paquetes de 6, 12 o 24.

Cajonera de plástico

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En el momento en que los niños empiezan a ser capaces de mantenerse sentados o de rodillas sus manos quedan libres para empezar a toquetearlo todo. Las cosas que están al alcance tienen mucho encanto, sin embargo tienen mucho más aquellas que están guardadas en algún cajón.

Es por esta razón que una cajonera de plástico es un regalo maravilloso para cualquier niño, ya que puede pasar muchísimo rato delante de los cajones, abre-cierra, abre-cierra e incluso haciendo inventario de lo que hay dentro (“ahora lo saco todo, ahora lo meto todo”).

Al ser de plástico los bordes suelen ser redondeados y por eso en el momento de pillarse los dedos suelen producir poco o ningún dolor. Lo ideal, por si acaso, es estar pendiente de ellos hasta el momento en que descubren que pueden empujar el cajón para cerrarlo desde fuera.

Para hacerlo el regalo perfecto es interesante llenar los cajones con cosas interesantes (un móvil, unas llaves, un mando de televisión, etc.).

Mandos a distancia

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Los mandos a distancia tienen, prácticamente, el mismo poder de atracción que los móviles. Durante un tiempo el mando se convierte en móvil y el móvil en mando, porque no distinguen muy bien la diferencia, pero en cuanto la descubren, son capaces de calibrar perfectamente (a su gusto), las preferencias del televisor.

Una vez regalas uno tendrás más opciones en futuros eventos (Navidad, cumpleaños,...), porque la colección es muy amplia (más que la de los Gormiti). Hay mandos largos, cortos, anchos, delgados, con tapa, sin ella, con más botones, con menos, que se iluminan, universales, específicos de una marca, blancos, negros, grises, con protección para las caídas, con celo para que no se abra la tapa de las pilas, etc. Vamos, que opciones hay cientos.

Cepillo de dientes

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No sé si le ha pasado a muchos padres, pero mi hijo Aran ha llegado a ir a la calle en el cochecito con el cepillo de dientes en la boca. No sé qué puede llegar a pasar por la cabeza de la gente cuando ven a un niño de 15 meses y 6 dientes cepillo en mano y en boca, pero como lo peor que pueden pensar es que es un niño muy concienciado con la salud dental, no me preocupa demasiado.

Lo ideal es que sea un cepillo de tamaño pequeño, aunque si es el de papá o mamá y aún tiene regustillo a menta puede tener aún más aceptación.

Con él pueden pasar largos ratos chupa que te chupa y muerde que te muerde, aunque el momento mágico del juego llega cuando deciden sacárselo de la boca y agitarlo al grito de “EeEeEeEeEe”, produciendo un curioso efecto “gotelé” en las paredes y muebles que le rodean.

DVDs o CDs

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Una vez consiguen hacerse con el reproductor de DVDs y CDs llega el siguiente paso, el manejo de los DVDs y CDs (los Blu-ray, de momento, mejor no dejárselos).

Se trata de unos elementos con una cara impresa y otra que hace de espejo, perfecta para mirarse ellos mismos. Son objetos planos ideales para restregarlos por el suelo y las paredes, ya que se consiguen unas preciosas líneas blancas en la cara que hacía de espejo.

Hay niños que prefieren jugar al escondite con ellos y los meten por debajo de los muebles, produciendo el curioso efecto de la “caja vacía”, que es cuando papá o mamá se dan cuenta un buen día de que guardan decenas de cajas de CDs y DVDs vacías (y la que tiene uno dentro resulta que es de otro disco o película para el cual no tienen caja).

Como última opción (como veis, son muy versátiles), está el “juego del CD ventosa”. Es tan simple como lograr que caiga al suelo plano y esperar a que papá o mamá lleguen para intentar cogerlo. Pueden tirarse varios minutos dale que te pego hasta que por fin consiguen cogerlo (en el futuro seguro que se patenta el juego “El CD ventosa”, con cronómetro incluido).

El ordenador portátil

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Con la bajada de precio y el aumento de prestaciones de los ordenadores portátiles somos muchos los padres que trabajamos con ellos. Ocupan menos espacio y los puedes movilizar donde quieras.

A los niños les encantan, tanto por la movilidad de la pantalla (ahora lo abro completamente, ahora lo dejo en 90º, ahora en 70º,...) como por el teclado. Es maravilloso poder tocar teclas y más teclas y escuchar el ruidito que hacen.

Lo más divertido para los niños es tocar la configuración. No sé cómo lo hacen, pero es apoyar un momento una de las manitas y consiguen hacer desaparecer los menús del navegador, que la letra se haga minúscula o tremendamente grande, que la antena wi-fi quede desconectada y cientos de posibilidades que sólo ellos saben lograr.

Como con el juego del “CD ventosa”, la gracia está en ver la cara de papá y mamá, delante del ordenador, tratando de poner la configuración tal y como estaba. Alguno, en pleno desespero, ha tratado incluso de emular la presión sobre el teclado de su hijo, poniendo una manaza sobre el mismo para ver si así se arregla. El problema es que cuando lo hace un bebé, la configuración del ordenador cambia sin problemas, de un modo fluido, sin embargo cuando lo hace papá, suenan pitidos, el ordenador se bloquea o bien consigue escribir “gsoñuagsñhgrarfrfafjkflñafas”.

Seguro que hay más

Estoy seguro de que hay más opciones, pero creo que con las que hemos recopilado estos dos días tenéis para muchos regalos (recordad que el catálogo de mandos es casi infinito). En cualquier caso, si con el tiempo aparecen nuevas opciones, volveremos a hacer una recopilación con las nuevas posibilidades, para ir adaptándonos a las nuevas tendencias.

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