Brasil quiere combatir el bullying financiando operaciones estéticas a los niños y adolescentes que sufren acoso

Brasil quiere combatir el bullying financiando operaciones estéticas a los niños y adolescentes que sufren acoso
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Brasil es el segundo país del mundo que más cirugías estéticas realiza, por detrás de Estados Unidos. Entre las operaciones más demandadas está la liposucción, el aumento de pecho y las cirugías faciales, como la rinoplastia y lifting facial.

Recientemente hemos conocido la noticia de que el país financiará las operaciones de estética a los menores con el objetivo de combatir el acoso escolar, tras detectar un aumento de las denuncias de bullying por motivos físicos y estéticos.

Las opiniones de expertos y ciudadanos de a pie no se han hecho esperar: ¿a favor o en contra de esta polémica medida?

Cirugías estéticas gratuitas a niños para combatir el acoso escolar

acoso escolar

Según una encuesta del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) divulgada en 2022, un 40% de los estudiantes brasileños admite haber sufrido bullying y el 24 % de ellos cree que después de este episodio "no vale la pena vivir".

En la región de Mato Grosso do Sul se registraron cerca de 150 denuncias por acoso escolar el año pasado, y con el objetivo de poner fin a esta lacra las autoridades han puesto en marcha una polémica medida: financiar cirugías estéticas a los niños y adolescentes que sufran bullying a causa de su físico.

Esta medida se encuadra dentro del programa "MS Salud: más salud, menos fila", para el que se han destinado 53 millones de reales brasileños (alrededor de 10 millones de euros). Las cirugías estéticas estarán dirigidas a alumnos de centros públicos y privados que estén sufriendo acoso escolar, y para acceder a ellas deberán presentar un informe policial y un documento de evaluación psicológica.

Según ha manifestado el asesor de comunicación de la Secretaría de Gobernación, Alexsandro Nogueira, los alumnos que ya están a la espera de someterse a cirugía son "niños con orejas de soplillo, narices aguileñas, crecimiento excesivo de los senos y problemas oftalmológicos, como estrabismo y un alto grado de miopía".

Las operaciones se llevarán a cabo en hospitales públicos y privados, y estarán financiadas por el Sistema Único de Salud brasileño. A partir de los cinco años se podrán realizar otoplastias, rinoplastias y operaciones oftalmológicas para corregir el estrabismo, y a partir de los 16 o 17 años se llevarán a cabo operaciones mamarias.

El aspecto físico y el culto al cuerpo es una prioridad en Brasil, el segundo país del mundo con mayor número de cirugías estéticas. Desde la más tierna infancia los niños conviven con la presión social de la belleza, y en algunos casos el físico puede llegar a convertirse en fuente de problemas emocionales y sociales para los menores.

Es por ello que las autoridades del Estado de Mato Grosso do Sul creen que esta medida puede resultar muy positiva para la salud mental de los niños y adolescentes que sufren acoso por su físico, y cuyo poder adquisitivo no les permite acceder a cirugías estéticas.

Una medida que ha levantado polémica

La medida del gobierno regional brasileño ha levantado una gran polémica tanto dentro como fuera de las fronteras. Tanto es así que las autoridades han tenido que matizar que el bullying es un grave problema que no puede solucionarse únicamente a golpe de bisturí, sino que necesita ser abordado y tratado por un equipo multidisciplinar.

Y es que el acoso escolar es un tema muy serio que puede llegar a afectar profundamente a la salud mental de los alumnos que lo sufren, ocasionando traumas y una herida emocional que podría durar toda la vida.

Para los acosadores, cualquier aspecto que marque una ligera diferencia en un niño u adolescente puede convertirse en objeto de burla y acoso. No en vano, todos conocemos historias desgarradoras en las que el aspecto físico, las aficiones, la forma de vestir o de peinarse e incluso la inteligencia o las alergias alimentarias se han convertido en blanco de críticas y mofas para algunos.

Ahora bien, merece la pena reflexionar y hacerse esta pregunta: ¿son las víctimas las que tienen que cambiar para evitar ser acosadas, o es la sociedad en su conjunto (cada uno en su papel) quienes tenemos la obligación de educar a los niños en empatía, tolerancia y respeto para prevenir situaciones de acoso?

La respuesta es clara.

Todos somos diferentes, y en ningún caso esas diferencias deberían ser aprovechadas por otros para ocasionar daño. Los padres tenemos la obligación de educar a nuestros hijos en dos aspectos clave:

Por un lado, desde muy pequeños debemos enseñarles a quererse y aceptarse tal y como son, con sus virtudes y puntos débiles, así como a superar las posibles inseguridades o complejos que puedan surgir (especialmente durante la adolescencia). El autoconocimiento y el buen concepto de sí mismos es clave para la autoestima.

Por otro lado, es fundamental que eduquemos a nuestros hijos en valores, dando ejemplo con nuestros actos y enseñándoles la importancia de crecer preocupados por los demás.

Asimismo, desde los centros educativos se debe continuar educando en medidas de prevención frente al acoso escolar y alentando a denunciarlo a los alumnos que presencien bullying o tengan conocimiento de que algún compañero lo está sufriendo.

Foto de portada | Freepik

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