Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista (TEA), un grupo de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, y por un repertorio de intereses y actividades restringido, estereotipado y repetitivo.
Los niños que presentan este trastorno pueden sufrir crisis o colapsos, especialmente cuando se estresan o estimulan en exceso. Esto fue lo que le sucedió al pequeño Rudy, de tan solo cinco años, mientras paseaba con su madre por el paseo marítimo de Southend, en Reino Unido.
Según explica la mujer, Rudy entró en crisis ante la idea de volver a casa y fue un desconocido que pasaba por allí quien logró calmarle con un emotivo gesto que ha sido muy aplaudido en redes sociales.
Un pequeño gesto con una gran repercusión
This man, a total stranger saved me today from either a meltdown lasting up to an hour or more or the alternative which...
Publicado por Better to be Different en Lunes, 12 de abril de 2021
Según explica la madre de Rudy desde su cuenta de Facebook, 'Better to be Different', a su hijo le encanta pasear, pero detesta el momento de dar la vuelta y regresar a casa, algo que le hace perder el control y le provoca fuertes crisis.
Por eso, y con el fin de evitar estos colapsos, la mujer suele elegir circuitos en los que no es necesario regresar sobre sus propios pasos.
Sin embargo, ese día había decidido llevarle a caminar por el paseo marítimo para que pudiera ver los barcos, aún a riesgo de saber que podría entrar en crisis cuando el camino se acabara y tocara dar la vuelta, como finalmente sucedió.
El pequeño acabó tirado en el suelo, llorando y gritando ante la idea de regresar a casa, mientras los transeúntes le observaban extrañados. La madre explica que tuvo incluso que enfrentarse a la mirada reprobatoria de una mujer que paseaba con su bebé en un carrito mientras trataba de dormirle.
La madre pidió disculpas por los gritos de su hijo, mientras hacía todo lo que estaba en sus manos por tratar de calmarle. Fue entonces cuando un hombre que paseaba por allí se aceró al pequeño asumiendo que estaba teniendo una rabieta típica de la edad, y con el fin de ayudarle le preguntó su nombre.
La mujer le explicó que su hijo tenía autismo y que estaba sufriendo una crisis, pero lejos de alejarse, el hombre se tumbó en el suelo junto a Rudy tratando de ganarse su confianza. Cuando Rudy se calmó, y aprovechando las 'buenas migas' que parecía haber hecho con él, el hombre les acompañó hasta el lugar donde tenían aparcado el coche para que pudieran volver a casa.
Emocionada por el gesto de aquel desconocido, la madre de Rudy quiso compartir el momento en su cuenta de Facebook, agradeciendo lo que el hombre había hecho por ellos e invitando a todos a reflexionar:
"Este hombre, un completo extraño, se tomó su tiempo para charlar conmigo y preguntarme si estaba bien. Este hombre, un completo extraño, se ha convertido en mi héroe esta mañana"
"A menudo decimos que hay que ser amables, pero las palabras son una cosa y las acciones otra. Este hombre ha puesto en práctica las palabras, y no puedo estar más agradecida"
La publicación de la mujer se ha viralizado en pocos días, recibiendo decenas de miles de comentarios que destacan la generosidad y la bondad de este hombre, y la importancia de ser más empáticos con quienes nos rodean.
Ejemplos que nos emocionan
En Bebés y Más hemos compartido varios ejemplos de este tipo, en donde la amabilidad y la comprensión de quienes nos rodean pueden llegar a poner la nota de color a un día complicado. Pero especialmente en el caso de los niños con discapacidad, estos gestos desinteresados que denotan una gran humanidad, marcan una gran diferencia en sus vidas.
Aunque quizá haya personas que no den importancia a este tipo de gestos, para las familias de niños con autismo que a menudo deben hacer frente a críticas, juicios, incomprensión o incluso deleznables faltas de respeto, son actos heroicos y destacables de los que merece la pena hacerse eco.
La historia de Rudy es una historia de amor, bondad y empatía, algo que todas las familias de niños con autismo o cualquier otra discapacidad deberían sentir a donde quiera que vayan. Pero para ello es necesario la implicación de toda la sociedad, así como la toma de conciencia del impacto que pueden llegar a tener nuestros gestos o nuestras palabras.
Fotos | Better to be Different
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