El regreso de la alimentación otoñal para cuidar la salud de los niños

El regreso de la alimentación otoñal para cuidar la salud de los niños
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Cuando yo era niña a finales de septiembre teníamos que ponernos chaquetas para protegernos del fresquito otoñal, tengo una fotografía tomada el día 11 de octubre (de hace mucho) en la que estamos los últimos valientes que alargábamos el verano en el campo, y ¡sonreíamos delante de una hoguera!

El año pasado nos comimos los ‘panellets’ del primero de noviembre con unas camisetas finas (de manga larga) y sin abrigo. No hace falta estar muy despierto para darse cuenta de que algo está pasando con el clima.

¡Tengo ganas de otoño! pero tras asomar en el calendario, mi estación preferida prefiere mantenerse latente. Aún así es conveniente ir adecuando nuestra alimentación según las necesidades del organismo, igual que hicimos progresivamente con los hábitos antes de que los niños empezaran el cole. Por un lado llegan posibles cambios propios de la estación (lluvias, viento, frío) – o al menos eso espero -, y por otro, los niños están más expuestos a infecciones y enfermedades de todo tipo, por que permanecen muchas horas encerrados con muchos otros peques, facilitando la transmisión de virus y bacterias.

Con este panorama, los padres podemos contar con la alimentación para preservar la salud de los nuestros. Debemos priorizar los productos de temporada, y reintroducir de nuevo alimentos energéticos que habíamos olvidado al llegar el verano.

Verduras y frutas de otoño que nos aportan vitaminas de muy buena calidad

El primer consejo es que compréis (siempre que sea posible) productos locales / nacionales de temporada. No sólo están más buenos, son más saludables y contienen mejores nutrientes, sino que al hacerlo mostramos una conciencia medio ambiental manifiesta: porque al traer comida desde la otra parte del mundo, se originan gastos en embalajes y combustibles innecesarios. Además vivimos en un país que produce una variedad muy interesante de alimentos.

Adiós a la sandía, las judías, los albaricoques y las berenjenas, y demos la bienvenida a las jugosas granadas, las sabrosas calabazas, los cítricos y las uvas. Tras unos meses en los que descuidamos un poco la alimentación, nuestro cuerpo sabe lo que quiere, hagámosle caso y redescubramos (como si de un tesoro se tratara) los colores y sabores del otoño.

Alimentos de otoño, niño comiendo
El organismo de nuestros hijos va a necesitar una pequeña ayuda, que les proporcionaremos nosotros seleccionando con esmero ingredientes, y dedicando tiempo a preparar las comidas más sanas y energéticas

Los cítricos y las granadas proporcionan vitamina C, la uva nos depura por dentro, los frutos secos contienen mucha fibra (para que el sistema digestivo funcione mejor, y con él nuestra inmunidad).

Podemos empezar a alternar las ensaladas crudas, con purés de tubérculos y calabazas, y debemos alegrarnos de encontrar aún berenjenas, al tiempo que metemos en la cesta de la compra los primeros membrillos (una delicia para el paladar). Y no sé si este año tendremos setas porque está lloviendo muy poco, pero bien seleccionadas pueden constituir una buena fuente de proteínas vegetales de calidad: a los niños les gustan salteadas con jamón, o como guarnición junto a las patatas.

Los productos de la estación son buenos para el cuerpo, y para el bolsillo

Alimentos de otoño, calabazas

Ya sabemos que los alimentos de temporada son más baratos, especialmente si conseguimos comprarlos directa (o casi) a los proveedores locales. Además son justo los que nuestro organismo necesita.

Todos los que apreciamos el auténtico sabor de frutas y verduras, sabemos que al comer calabazas en otoño, clementinas en invierno, fresas en primavera y tomates en verano, le estamos danto un gusto al paladar. Pero no es tan importante la degustación como el bienestar que nos otorgan.

Queremos hacer especial hincapié en el regreso de las legumbres (¿verdad que con las altas temperaturas no apetecen?), en el aprovisionamiento de frutos secos, y en los postres más auténticos de la estación (boniatos o manzanas). Todos hemos regresado agotados de las vacaciones, y el calor excesivo hace mella en cuerpo y mente, así que debemos ayudar a los niños a sentirse más activos, y a combatir el cansancio.

Ya sabéis: en otoño productos frescos y de temporada, todos los días y (a ser posible) en cada una de las comidas. Les daremos un toque especial a las comidas familiares, y cuidaremos la salud de los nuestros.

Imagen | bellafia, dawarwickphotography y nvainio en Flickr En Peques y Más | Frutas y verduras que ayudan a combatir la llegada del frio, La uva es una fruta de temporada sabrosa y que nos aporta mucha energía, Decálogo para una alimentación infantil más saludable

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