Mi hijo se ha caído

Mi hijo se ha caído
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Los accidentes son una causa importante de mortalidad infantil en nuestro país y las caídas suponen un 6% de ellas, según datos de la OMS.

Por desgracia las caídas son frecuentes incluso en lactantes. Confiamos en que no son capaces de girar sobre sí mismos y el día menos pensado voilà, te demuestran su nueva habilidad (además lo suelen hacer en el preciso momento en que te giras un segundo a coger algo).

Las caídas en los niños son el principal motivo de consulta en los servicios de urgencia. Las que requieren ingreso suelen ser las que se producen de un nivel a otro, es decir, desde el cambiador, escaleras, sillas, camas, literas, ventanas, balcones y columpios en los parques.

La mayoría de caídas y golpes, incluso en la cabeza, suelen revestir poca gravedad. Sin embargo hay momentos en que la caída parece no ser grave (por la altura o porque el niño no presenta lesión a simple vista) y no sabemos si es conveniente acudir a un centro médico o no. La realidad es que la decisión de acudir o no a urgencias depende de varios factores. Se recomienda valorar lo siguiente para tomar la decisión:

  • La altura desde la cual han caído. No es lo mismo caer de un sofá bajito que de un cambiador o una litera. Si consideramos que la altura es lo suficientemente alta como para provocar algún daño, es mejor ir a un centro médico.
  • Cómo ha caído. Puede ser que caiga de una altura considerable, pero lo haga de manera que no se haga ningún daño y puede ser que se caiga de una altura ínfima y se dé un buen golpe en la cabeza.
  • Dolor. Una vez sufren una caída es normal que sientan dolor por el golpe. Si el dolor no cede o parece dolerle demasiado es mejor ir a urgencias para valorar posibles daños.
  • Llanto que no cesa. Al igual que con el dolor, si el niño no deja de llorar o está excesivamente irritable.
  • Inflamación de alguna parte del cuerpo. Como consecuencia del golpe es posible que se produzca inflamación de la zona. En tal caso es conveniente que lo valoren.
  • Vómitos. A veces el vómito viene provocado por el llanto excesivo. En caso de que haga más de un vómito puede ser motivo de alerta.
  • Desorientación, confusión o pérdida de consciencia. En cualquiera de estos casos sería recomendable llevarlo al centro médico.
  • Somnolencia progresiva o dificultad para despertarlo. Tras un golpe, incluso en la cabeza, los niños suelen estar irritables y somnolientos. En principio, si no hay otros síntomas que nos avisen de la posible gravedad los niños sí pueden dormir y de hecho les ayuda a recuperarse. Se recomienda despertarles de vez en cuando (cada 2 horas, por ejemplo) para ver que todo vaya bien.
  • Salida de líquido o sangre del oído o por fosas nasales. Supone pérdida de sangre o de líquido cefalorraquídeo y precisa, por lo tanto, de atención médica urgente.
  • Cualquier síntoma o signo que proporcione preocupación familiar. Si a pesar de toda la valoración hay dudas sobre la necesidad o no de acudir a urgencias, lo mejor es ir.

Si finalmente la decisión es la de quedarse en casa deberemos seguir estando atentos a todos estos síntomas durante al menos 24 horas, que es cuando suelen aparecer.

Aplicaremos hielo (envuelto en un trapo) en la zona del golpe para calmar el dolor y evitar la inflamación. Como el hielo les suele molestar, podemos hacer pausas.

Como siempre más vale prevenir que curar. Es muy importante no dejarles nunca solos en superficies elevadas así como utilizar medidas de seguridad en la cama, ventanas e incluso evitar el uso de andadores en niños pequeños para evitar cualquier riesgo de accidente o caída.

Más información | Protocolo de TCE de la AEPED, Mama.com.mx, Ministerio de Sanidad y Consumo Foto | Flickr (Vašík pašík) En Bebés y más | Qué hacer cuando un niño se golpea la cabeza , Los accidentes caseros son la primera causa de la mortandad infantil, No te descuides, campaña para concienciar sobre la prevención de accidentes infantiles

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