"¡Mis hijos no dejan de pelearse en vacaciones!": cómo gestionar las peleas entre hermanos y mejorar la convivencia familiar

"¡Mis hijos no dejan de pelearse en vacaciones!": cómo gestionar las peleas entre hermanos y mejorar la convivencia familiar
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Con la llegada de las vacaciones de verano no es de extrañar que las discusiones entre hermanos se multipliquen e, incluso, suban de nivel. Pasar más tiempo compartido - sobre todo entre las cuatro paredes de una casa - incrementa en la misma proporción el riesgo de conflicto, a lo que hay que sumar la fatiga pandémica y la tensión acumulada tras el año escolar vivido.

¿Resultado? Un cóctel de emociones, peleas y discusiones que a los padres nos puede llegar a sobrepasar. Gema Fuentes, doctora en Psicología y psicóloga de los Centros Crece Bien nos ofrece las claves para mejorar la convivencia familiar y gestionar de forma positiva las peleas entre hermanos.

"¿Por qué mis hijos se pelean más en vacaciones?"

Son muchas las familias que se preguntan por qué sus hijos se pelean más en vacaciones, cuando se supone que esta época del año debería invitar a la desconexión, el disfrute y el relax. Pero nada más lejos de la realidad.

En verano, el número de interacciones que tenemos con nuestro núcleo familiar se incrementa, y como consecuencia de ello se pueden incrementar también los conflictos, discusiones y falta de entendimiento.

No obstante, y aunque es cierto que ver a nuestros hijos pelear con frecuencia puede llegar a agotarnos, la psicóloga Gema Fuentes apunta a que estas discusiones entre hermanos pueden ser "un gran entrenamiento para la vida" si las gestionamos de forma positiva.

"Las discusiones nos permiten expresar aquellas cosas que no nos gustan que nos hagan, nos sirven para poner límites a los demás, para que los hermanos se conozcan mejor entre sí e, incluso y aunque parezca contradictorio, para mejorar la convivencia, ya que nos brindan una oportunidad para expresarnos de forma asertiva, dando nuestra opinión y defendiendo nuestros derechos de forma respetuosa", reflexiona.

En definitiva, que los hermanos discutan no es malo siempre que se trate de discusiones puntuales en las que no se falten al respeto ni se agredan. En este sentido, la psicóloga considera que cuando la frecuencia e intensidad de los conflictos es excesiva, cuando las peleas generan malestar duradero, o cuando son discusiones poco frecuentes pero muy intensas, deberíamos tomar ciertas medidas.

Cómo manejar de forma positiva las peleas entre hermanos

peleas entre hermanos

Para unos padres no siempre es fácil gestionar las disputas entre hermanos en vacaciones, no solo porque nos duele ver a nuestros hijos pelear, sino porque en vacaciones buscamos descansar, desconectar y estar tranquilos, por lo que este tipo de situaciones suelen alterarnos más que cuando suceden en otra época del año.

Estas son las pautas que nos ofrece la psicóloga para tratar el problema de forma positiva:

  • Tiempo

Ante una pelea entre hermanos los padres tendemos a reaccionar de forma precipitada, pero Gema nos aconseja que siempre que sea posible y no se requiera de nuestra intervención inmediata, nos tomemos tiempo para reflexionar, respirar y así evitar perder los nervios.

Esto no solo evitará que nosotros acabemos también inmersos en la disputa, sino que servirá de ejemplo a nuestros hijos, ya que entenderán la importancia de tomar distancia y enfriar la mente para después solucionar el conflicto de una forma respetuosa.

Cuando los niños son pequeños puede que nuestro ejemplo no sea suficiente y los padres debamos ayudarles con otros recursos positivos como el rincón de la calma, el frasco de la calma, la caja mágica, manualidades... En definitiva, se trata de que entiendan la importancia de tomarse un tiempo por separado para tranquilizarse.

  • Escuchar sin juzgar

Para la experta es fundamental que escuchemos lo que ha pasado y cómo se siente cada uno, pero no con el fin de "dictaminar un veredicto", sino para que los niños se sientan arropados y comprendidos. Además, que un niño pueda expresar cómo se sienten de forma libre y sin juicios es un paso importante y necesario para lograr gestionar de forma positiva sus emociones.

  • Fomentar la empatía
peleas entre hermanos

Por un lado, debemos tener empatía con nuestros hijos y ponernos en su piel. Es normal que como padres nos frustremos cuando presenciamos una pelea entre hermanos, pero "tenemos que entender que nosotros también nos enfadamos, y que las emociones de los niños son más intensas que las de los adultos", aconseja la psicóloga.

Por otro lado, es conveniente que fomentemos la empatía en nuestros hijos preguntándoles cómo creen que se siente su hermano o hermana tras la pelea, o incluso nosotros como testigos de su disputa. No se trata de recriminarles, sino de enseñar al niño a ponerse en la piel del otro y a comprender los sentimientos de los demás.

  • Buscar soluciones juntos

Aunque es normal que los padres queramos solucionar el problema de forma rápida y a nuestro modo, lo realmente positivo y educativo para los niños es poder resolverlo por sí mismos. Cuando son pequeños van a necesitar nuestra ayuda, pero siempre hemos de procurar actuar como guías y no diciéndoles expresamente lo que deben hacer.

En este sentido, podemos ofrecerles distintas soluciones para ellos elijan, animarles a pensar ideas juntos para solucionar el problema, o incluso hacer una reunión familiar para que entre todos los miembros encontremos la mejor solución. Este ejercicio no solo fomenta su creatividad, pensamiento crítico y resolución de conflictos, sino que les hará sentirse valiosos y útiles dentro del núcleo familiar, al comprobar que sus aportaciones son tenidas en cuenta y que en sus manos también está mejorar el clima de convivencia.

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