Los niños con altas capacidades tienen el triple de probabilidades de ser víctimas de acoso escolar, y debemos actuar para evitarlo

Los niños con altas capacidades tienen el triple de probabilidades de ser víctimas de acoso escolar, y debemos actuar para evitarlo
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En España, uno de cada 10 niños tiene altas capacidades (AACC), y son niños que tienen hasta tres veces más probabilidades que el resto de niños de sufrir acoso escolar en el colegio, según una investigación liderada por el grupo de Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV-EHU).

Además, según los investigadores, los alumnos con altas capacidades no sólo tienen más probabilidades de ser víctimas, sino que también les impacta más psicológicamente cuando lo son.

Pero, ¿están los alumnos con AACC bien diagnosticados? En España, 126.000 de alumnos con altas capacidades no han sido diagnosticados, mientras que menos de 41.000 sí lo están. Teniendo en cuenta que hay más de ocho millones de niños escolarizados, la falta de diagnóstico habla por sí solo.

Su diagnóstico es de gran importancia, porque el hecho de no estar reconocidos obstaculiza que puedan recibir el apoyo necesario por parte de su entorno educativo. ¿Cómo podemos ayudarlos?

Niños con altas capacidades que sufren acoso escolar

Es una realidad: los niños con altas capacidades sufren más acoso escolar que el resto de niños. Y es que, aunque a priori pueda parecer "una ventaja" tener altas capacidades, no es así en absoluto.

Sí que es cierto que son niños que tienen facilidad para determinadas asignaturas, gracias a sus altas capacidades, y a nivel académico les puede ayudar (aunque, si no se realiza una buena adaptación de lo que necesitan, si no se les motiva cómo debería, etc., puede ocurrir el efecto contrario, y es que desarrollen fracaso escolar). Pero en el ámbito social, pueden sufrir mucho, como veremos.

Sin un buen acompañamiento a las necesidades y particularidades de los niños con altas capacidades, su adaptación al contexto escolar puede ser negativa.

Porque no olvidemos que es imprescindible acompañar adecuadamente a estos niños en sus necesidades e intereses, y motivarles como es debido, para que sus capacidades realmente luzcan.

Pero en el ámbito social, tener altas capacidades les perjudica cuando son acosados precisamente por esas capacidades. Algunos de ellos se sienten raros y discriminados, poco comprendidos. Mario Belda, que fue uno de esos niños, afirma en una entrevista en La Sexta que algunos de estos niños "se esconden para no ser detectados".

Sensación de no encajar y no saber relacionarse

Mario también recuerda que "pensaba de forma distinta y no encajaba" con sus compañeros. Porque no olvidemos que las altas capacidades se manifiestan en el intelecto pero también en otros rasgos o áreas de desarrollo de los niños, como su forma de ser, sus intereses o su personalidad.

Pueden sentir que no les interesan los temas de los que hablan los otros niños y que no saben cómo relacionarse, que se aburren, etc.

Los niños con altas capacidades pueden tener dificultades para encajar en los grupos, que no comparten sus mismos intereses, o pueden aburrirse en ellos.

La incomprensión del entorno

Muchos niños con altas capacidades sufren la incomprensión del entorno, y por ello es vital que los expertos trabajen junto a su familia, junto al colegio, con los profesores, y con el resto de niños.

Es importante tener en cuenta que estos niños, muchas veces, solo piden ayuda cuando llegan al límite, cuando ya no saben cómo gestionar la situación que tienen en el colegio. De ahí que la prevención de este acoso sea de vital importancia, así como la realización de un diagnóstico adecuado.

¿Qué podemos hacer?

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Aquí el objetivo será doble; por un lado, poder detectar precozmente a los alumnos con altas capacidades, y por el otro, prevenir el bullying y combatirlo en caso de que se produzca.

Se trata de un trabajo en equipo donde intervienen maestros, tutores, la familia y los compañeros del niño. Por eso es de gran importancia poner medidas, primero, para prevenir el acoso escolar, a través de:

  • Un diagnóstico adecuado de altas capacidades, en caso de existir, que permita que el centro conozca la situación, características y necesidades del alumno.
  • Concienciar contra el acoso escolar y promover una educación emocional y en valores en las aulas desde que los niños son pequeños (se calcula que uno de cada cuatro alumnos en España percibe el acoso escolar en las aulas; por eso es importante formar sobre "qué hacer" si ven estas situaciones).
El objetivo aquí será doble; por un lado, detectar precozmente a los alumnos con altas capacidades, y por el otro, prevenir el bullying y combatirlo en caso de que se produzca.

Otras medidas imprescindibles para trabajar contra el acoso escolar son:

1. Formación de los docentes

Los docentes deben recibir una formación específica adecuada en torno a las altas capacidades, para su correcta detección y su correcto acompañamiento, y formación también en acoso escolar para poder prevenirlo y trabajarlo en caso de que aparezca.

Los maestros son una figura esencial en las escuelas, los cuales acompañan a nuestros hijos en su aprendizaje no solo académico, sino también emocional, social y psicológico. Son una figura clave que debemos cuidar y que merece estar formada para poder acompañar de la mejor forma posible a nuestros hijos.

2. Trabajo en equipo: escuela, familia y compañeros

Como decíamos, el trabajo en equipo es esencial para poder detectar las altas capacidades y también, para prevenir y combatir el bullying o acoso escolar.

Por eso es importante la comunicación entre la escuela y la familia, el seguimiento individual del alumno por parte del equipo de psicopedagogos (EAP) de la escuela y que el resto de alumnos estén concienciados de lo que son las altas capacidades y el acoso escolar.

3. Como padres: la comunicación con nuestros hijos es clave

Tan importante es conocer la situación de tu hijo en el aula, con la colaboración de profesores y compañeros, como que puedas observar su comportamiento en casa y hablar abiertamente con él sobre si hay algo que le preocupa. Pregúntale, indaga, observa, sin juzgar, solo abierto a conocer su situación. Puedes utilizar preguntas abiertas como:

  • ¿Cómo te sientes en la escuela?
  • ¿Cómo te llevas con los compañeros?
  • ¿A qué jugáis en el patio?

4. Atentos a las señales de alerta del acoso escolar

Fíjate en si tu hijo manifiesta alguna de estas señales, propuestas por el Hospital Clínic de Barcelona para la detección del bullying:

  • Lesiones inexplicables.
  • Pérdida de material escolar o juegos.
  • Dolores de cabeza o estómago frecuentes o quejas de malestar general.
  • Cambio en los hábitos alimentarios, ya sea no comer o hacer atracones.
  • Aumento de las conductas agresivas.
  • Dificultad para conciliar el sueño o tener pesadillas.
  • Escapes de orina.
  • Disminución del rendimiento académico, pérdida de interés en las tareas escolares o rechazo a ir a la escuela.
  • Pérdida repentina de amigos o deseo de evitar actividades con los compañeros.
  • Sentimientos de impotencia o disminución de la autoestima.
  • Conductas autoagresivas como autolesionarse o hablar de suicidio.

5. Muéstrale tu apoyo incondicional

Tanto si tu hijo acaba de ser diagnosticado con altas capacidades y se siente un poco extraño o perdido, como si está sufriendo acoso escolar, muéstrale tu apoyo incondicional. Hazle saber que estás ahí con palabras y con gestos.

Pregúntale cómo puedes ayudarle, anímale a expresar lo que siente, refuerza mucho que haya podido explicarlo o pedir ayuda (no es nada fácil) y coordínate con la escuela para empezar a trabajar en todo ello.

Fotos | Portada (Pexels)

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